La cadena perpetua del “Cuba Unificado”

Kiara Gonzalez

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Por Yasel Porto     La mayoría de los fanáticos del béisbol cubano recibieron con agrado la reciente notificación de que peloteros cubanos que emigraron podrían jugar con nuestra selección en un futuro sin necesidad de repatriarse a mediados del 2021.    Desde hacía mucho estaba ese interés en ciertos directivos por el déficit de resultados…

Por Yasel Porto

    La mayoría de los fanáticos del béisbol cubano recibieron con agrado la reciente notificación de que peloteros cubanos que emigraron podrían jugar con nuestra selección en un futuro sin necesidad de repatriarse a mediados del 2021.

   Desde hacía mucho estaba ese interés en ciertos directivos por el déficit de resultados internacionales con un panorama cada vez más gris, incluso el voleibol, balonmano, baloncesto y atletismo habían tomado la iniciativa por delante de la pelota. Finalmente se hizo público por las autoridades deportivas lo que desde hacía años pedía a gritos el pueblo, dejando a un lado los prejuicios migratorios que solo deben pertenecer a un triste pasado y enfocándose en tratar de mejorar con una nueva filosofía nuestra realidad a nivel de selección. 

   Sin embargo, la satisfacción no es plena a partir de la gran cantidad de dudas dejadas tras conocerse que al menos en teoría se haría realidad el sueño millonario del llamado “Cuba Unificado”, aunque muchos rechazan esa denominación. Después del anuncio en el programa Bola Viva el pasado martes por parte de Ernesto del Risco se han encendido los debates a través de las redes sociales. Entre ellos sobresalen interrogantes como las que reflejamos seguidamente.

   ¿Por qué el Jefe de la Comisión de Arbitraje y miembro de la Federación Cubana de Béisbol es quien da la información y no lo hace el máximo rector de la FCB?

   -Un gran número ha desconfiado de la total veracidad de esta decisión por no ser Higinio quien hablara del tema. O incluso el Director Nacional de Béisbol Ernesto Reinoso, aunque en este último caso su responsabilidad recaba en los asuntos internos. Creo yo que puede haber cualquier tipo de razón (sea justificada o no) menos que esto sea un tiro escapado, pues ningún funcionario va a decir algo tan importante y menos por la TV sin previa consulta u orientación.

   ¿Por qué la TV solo ha comentado sobre el tema dentro del programa Bola Viva sin hacerse eco de una noticia tan trascendental social y deportivamente de cara al futuro del béisbol cubano sobre todo en su acontecer internacional?

   -Esto se une a la pregunta anterior sobre que haya un consenso oficial a todos los niveles para llevarlo a cabo en la práctica, pero conociendo el paño hay determinadas decisiones que reciben un perfil mediático específico y no general para no darle la trascendencia que en la práctica tiene y así evitar que pueda quejarse alguien que no esté muy de acuerdo con esto.

   ¿La medida de excluir peloteros que juegan en Estados Unidos variaría de cara al Clásico Mundial con fecha tentativa en marzo de 2023?

   -Ahora mismo es conocido que salvo este evento el resto de las competencias internacionales están vedadas para peloteros que pertenecen a organizaciones de Grandes Ligas, aunque hay torneos donde solo están inhabilitados los que integran el roster activo por lo que los de Ligas Menores tendrían licencia (el Preolímpico iba a ser uno de esos casos).

    ¿Se trata entonces de una información mal interpretada por la FCB por leyes de MLB o de Estados Unidos en general con respecto a Cuba o es que las autoridades de la Isla no consideran de momento lo que esté en el entorno norteamericano?

   -Espero que no se haya hablado del Clásico y la posible conformación porque aún resta mucho para la competencia después del último cambio por la situación con el COVID, pues renunciar a los big leaguers para ese evento nos deja con muy pocas opciones.

   ¿Cuáles serían las exigencias hacia los peloteros que se reinserten?

   -Los términos en el acuerdo entre la FCB y los peloteros no federados es uno de los aspectos fundamentales, posiblemente el principal de todos porque, aunque muchos de esos jugadores quieren volver a vestir el uniforme de Cuba ya tienen otras obligaciones y deberes profesionales y personales que podrían traer dificultades si hay exigencias de la parte cubana que no se ajusten a ellos. Hablamos desde su momento de incorporación al equipo, si entrenarían en un equipo definido o una preselección, quién asumiría los gastos logísticos previo a la competencia y si en el torneo estarían por su cuenta o como parte del equipo. 

   ¿Cómo se realizará el proceso de selección?

   -Está claro que las estadísticas son importantes, pero hay que realizar un estudio más allá de números, analizando el rango de la liga a la hora de valorar un pelotero por encima de otro. Y a eso sumarle un aspecto esencial que es el ver la mayor cantidad de videos de esos certámenes, algo bien complejo porque muchas de esas imágenes no están disponibles en plataformas gratuitas. Y otras que están disponibles requieren de una búsqueda específica a la que no están acostumbrados muchos de los que supuestamente tendrán a cargo una selección en la que solo el tiempo dirá que si los que juegan la Serie Nacional estarán en el equipo por un porciento determinado o todo será por puro rendimiento sin pensar en balances.

   ¿Cómo contactarán con ellos?

   -Puede parecer sencillo, pero requiere tiempo, organización y sobre todo disposición a la hora de desarrollar un mecanismo de comunicación formal y tener la forma de acceder a cada uno de los interesados.

   Al margen de estos puntos hay algo que se dejó bien claro y que estoy seguro será la tónica por largo tiempo y es la condena perpetua a aquellos jugadores que un día decidieron dejar a un equipo en un evento internacional o una fase de preparación. Sé que en tal sentido hay un grupo progresista de directivos y especialistas que ha defendido el “Cuba Unificado” (insisto que no lo digo porque me guste el término sino porque es la tendencia) que siempre hace la salvedad en tal sentido. Es por ello que con la ratificación hecha por Del Risco sobre este aspecto nunca serían tomados en cuenta para jugar con el equipo Cuba los siguientes big leaguers de 2019:

1- Aroldis Chapman, PZ (Se quedó en Europa en 2009)
2- Yuli Gurriel, INF (2016 Serie del Caribe de Dominicana)
3- Lourdes Gurriel Jr., INF-J (2016 Serie del Caribe de Dominicana)
4- Aledmis Díaz, INF-J (Se quedó en Europa en 2012)
5- José Antonio Iglesias, SS (Se quedó en Mundial Juvenil de 2008)
6- Odrisamer Despaigne, PD (Se quedó en 2013 en Europa)

   Otros peloteros en activo sin participación en Grandes Ligas vetados del equipo Cuba por estar en la categoría de “quedados” son Dainier Moreira (SS), Luis Yander La O (SS), Anier Peña (PD), Norge Carlos Vera (PD), Vladimir Gutiérrez (PD), Yoelkis Céspedes (J),  Misael Siverio (PZ), Lázaro Ramírez (J) y varios más que han dejado equipos en distintas categorías y hoy se desempeñan en Ligas Menores y otras ligas del planeta.

   Habría que ver en qué plano quedan jugadores como José Adolis García y Héctor Mendoza que decidieron quedarse cuando regresaban de sus contratos en Japón, u Oscar Luis Colás tras irse para Dominicana sin terminar su contrato en Japón.

   Si bien no apruebo completamente que alguien en cualquier aspecto de la vida deje colgado a un grupo (antes o en medio de un proyecto o evento) hay otras realidades que en mi opinión deberían tenerse en cuenta.

  1. Varios de esos peloteros ya han cumplido o cumplen una condena social bien dura con no poder ver a su familia o no volver a su país en largo tiempo.
  2. ¿Por qué categorizar ahora a los que emigraron de esta forma cuando antes daba lo mismo irse en una lancha, quedarse o hacerlo totalmente legal? Ahora es que se habla de diferente forma de irse, porque hasta ayer ni siquiera Alexei Ramírez, Yoan Moncada o Andy Ibáñez (tres de los que se fueron por el aeropuerto) se podían mencionar en ningún contexto.
  3. La única diferencia que hay entre dejar un entrenamiento fuera de Cuba o un equipo en un evento internacional con relación a irse en una lancha en medio de la Serie Nacional es que en el primero de los casos el estado cubano pagó el pasaje y hospedaje. A la postre la afectación deportiva muchas veces es la misma.
  4. ¿Acaso los que hoy condenan a los que dejaron una delegación están libres de errores o acciones negativas? Hay cosas que han tenido un impacto mucho mayor que el hecho de un jugador quedado y ni siquiera se analizan para ir a juicio.

   Creo que es totalmente injusto discriminar a los que se quedaron por lo que lo más objetivo y parejo es empezar de cero, marcar un nuevo punto de partida. Esta condena perpetua no beneficia a nadie en lo absoluto, al contrario, nos limita deportiva y socialmente y sigue marginando a unos porque es ahora cuando algunos determinan que “el fin no justifica los medios”.

   Si bien hay quienes me dirán que del lobo un pelo, que todo es poco a poco, a esos les respondo que hemos esperado demasiado tiempo y sufrido lo suficiente por ese pensamiento. Han pasado siete años desde que el béisbol cubano se volvió a abrir al profesionalismo y se empezó a valorar lo que parece que en unos meses será una realidad. ¿Acaso tendrán que pasar muchos más para ver a varios de los mencionados dentro de un equipo Cuba hasta que alguien diga que ya es suficiente castigo?    Ojalá no sea demasiado tarde, porque se trata de personas con un rango de vida deportiva limitada por lo que un día ya no podrán hacer nada, aunque le abramos las puertas con mil garantías. Mientras, con estas decisiones a medias (en caso que lo dicho por Del Risco no sea parte de un sueño), daremos la razón a los que dicen que mientras no estén todos los que son por méritos deportivos, el decir “Cuba Unificado” será menos absurdo que condenar eternamente a quienes un día decidieron coger por el camino más corto, cuando daba igual para bien y para mal por donde se caminara con el objetivo de lograr un mejor futuro profesional y económico.

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