MUCHAS VECES fue el Cuba B y aun así ganábamos torneos internacionales

   Hace unos días publicamos un trabajo donde hablamos de la última victoria del equipo cubano de béisbol en eventos internacionales, cuando Vegueros fue Campeón en la Serie del Caribe hace cinco años.

   Yo me remontaba a la década de los años 80 y 90, cuando el béisbol cubano tenía una indiscutible calidad y específicamente pensaba en la X Copa Intercontinental de Barcelona, España, año 1991, donde el segundo equipo de Cuba ganó la medalla de oro al vencer a Japón en dramático juego final.

   Coincidían ese año la Copa Intercontinental con el Tope Cuba-Estados Unidos y decidieron mandar al primer equipo nacional a Millington, sede de la primera parte del Tope y para narrar por la televisión viajaron los narradores Eddy Martin y Héctor Rodríguez, lamentablemente desaparecidos ambos.

   A L´Hospitalet en Barcelona, sede de la Copa, fue el equipo B y yo tuve la oportunidad de asistir como único narrador, por lo que acudí a Rodolfo “El Jabao” Puente para que me ayudara en los comentarios entre innings.

   Recuerdo perfectamente aquel equipo, que tenía como regulares a Julio Germán Fernández en primera base, Juan Padilla en segunda, Evenecer Godínez en el campo corto y Gabriel Pierre en tercera. En los jardines estaban, Lázaro Junco en el izquierdo, José “Pepito” Estrada en el central y Luis Giraldo Casanova en el derecho (líder en jonrones con cuatro).

   Mientras, José Raúl Delgado era el receptor titular y el bateador designado  Lázaro Madera. El cuerpo de lanzadores estaba integrado por Omar Ajete (líder en carreras limpias con 0,00), Osvaldo Duvergel, Leonardo Tamayo, Ariel Cutiño, Wilson López, Felipe Fernández y Jorge Martínez. Sin dudas un equipo que podía ser el primero de Cuba hoy. Fíjense si el béisbol tenía desarrollo en la Isla que peloteros como Casanova, Padilla y Ajete entre otros, reforzaron este segundo equipo.

   Al certamen asistieron selecciones de calidad como Japón, Corea del Sur, Taipei de China, México y Nicaragua, principales rivales de los cubanos.

   Cuba llegó a la final contra Japón, que ganaba en la décima entrada cuatro carreras por tres. Japón se encontraba a un out de la victoria, Julio Germán conectó hit y fue sustituido por Víctor Bejerano como corredor en primera. Gabriel Pierre disparó otro indiscutible para colocar el empate en segunda y la victoria en primera. Aquí vino a batear Lázaro Madera y luego de conectar cuatro fouls, le dieron la base por bolas, para llenar las almohadillas frente al derecho japonés Shiani, pitcher de gran velocidad. Con el empate en tercera y la victoria en segunda vino a batear José Raúl Delgado quién al primer lanzamiento pegó tremenda línea de cañonazo al izquierdo para impulsar empate y victoria.

   Fue un dramático final que nunca olvidaré y que demuestra la calidad del béisbol cubano en esos años, que con un segundo equipo era capaz de ganar una Copa Intercontinental donde los conjuntos asiáticos junto a México y Nicaragua estaban con sus principales selecciones.

   Recuerdo incluso que los japoneses habían topado recientemente con el equipo principal de Cuba con balance de una victoria, dos derrotas y dos empates.

   Después del triunfo de Vegueros y otro título ese mismo año 2015 en el Torneo de Holanda, selecciones de Cuba han perdido en 16 eventos internacionales con derrotas ante equipos de países sin tradición en este deporte como Alemania, Italia, Israel y frente a Holanda varias veces, una por nocao 14 carreras por una.

   Es un anhelo de la afición cubana, acorde con la tradición, además de ser el deporte nacional, que el béisbol cubano regrese a los planos estelares a nivel internacional. Para ello se deben aplicar los cambios que sean necesarios, atemperados con los momentos actuales.

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