Por Pablo Pichardo
El béisbol es uno de esos deportes que exige mucho esfuerzo pero sin dudas es necesario contar con el talento que solo poseen los escogidos para brillar sobre un terreno. Exhautas jornadas de trabajo tuvieron que llevar a cabo lanzadores como Liván Hernández, Luis Tiant, Aroldis Chapman, pero sin dudas su talento los llevó a convertirse en el ejemplo de muchos jóvenes que sueñan con llegar a Grandes Ligas.
Uno de estos jóvenes con gran talento es Jorge William Marcheco, quien comenzó a jugar en el terreno Hermanos Blanco en su natal provincia Granma, lugar donde inició ese gran amor por el béisbol que siente hoy, y el sueño de subir a un montículo de las Mayores.
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De la mano de entrenadores como Luís Zamora, Alexie Gómez y Ramón Marrero, quien lamentablemente falleciera antes de ver en acción como profesional a su pupilo. Rápidamente aprendió los fundamentos del béisbol que le convirtieron en uno de los mayores prospectos de su provincia.
Tuviste la oportunidad de pasar por la llamada pirámide de alto rendimiento en Granma hasta que saliste de Cuba. ¿Qué viene a tu mente de aquellos momentos?
-Fue una experiencia única junto con mis compañeros con los cuales compartí años inolvidables de competiciones en otras provincias.
Al llegar a la categoría sub-15 lideras al plantel con ofensiva de (.323AVE/ 8 extrabases, 18 impulsadas) y extraordinario pitcheo con una velocidad entre 84, 87 millas (6 victorias, .209 AVE, 2.41 PCL, 1.07 WHIP y 70 ponches) hasta llevarlos a la discusión de las medallas. ¿Crees que fue este el mejor momento de tu carrera deportiva en Cuba?
-Fue el mejor momento de mi carrera deportiva en Cuba, gracias a ese gran año pude cumplir mi primer sueño en el béisbol que fue integran la Selección Nacional, lograr ponerme la chaqueta de las cuatro letras tan amada por nosotros.
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“En el equipo Cuba por su parte tuvimos una buena química y fue un muy buen trabajo en equipo. Gracias a eso obtuvimos la medalla, fue una experiencia inexplicable y un gran sueño cumplido.
El lanzador de apenas 19 años y 1.85 metros de estatura es fiel seguidor del estelar lanzador de los Mets Jacob deGrom, al este dominar todo los aspectos que debe de tener un lanzador: buena mecánica, excelente velocidad y un gran dominio a los bateadores. Aunque desde pequeño admiraba a Norge Luis Vera por su gran humildad y gran talento en toda su trayectoria.
En Cuba realizabas ambas funciones (bateador-lanzador) con gran calidad. ¿Qué te llevó a elegir ser lanzador solamente?
-A pesar de mi gran desempeño en el bateo, siempre sentí mayor inclinación por el pitcheo. Cada vez que subía a la lomita sentía una gran adrenalina.
¿Cómo fueron los entrenamientos fuera de Cuba?
-Los entrenamientos son totalmente diferentes, acá son más fuertes, se enfocan menos en jugar y más en prepararte físicamente. Mi enfoque principal siempre fue trabajar fuerte el gimnasio para poder fortalecer mi brazo y así subir de millas más rápido.
En poco tiempo logras firmar por los Ángeles. ¿Como recibiste aquella noticia?
-Fue una gran emoción. El sueño de la mayoría de los pelotero es llegar hacer profesional. Lo primero que vino a mi mente fue el poder darle esa gran noticia a mi abuela y ver su emoción al igual que a mis padres.
Durante tu debut propinaste 20 ponches en apenas nueve entradas sin boletos. ¿Cómo fue posible este trabajo, cómo consideras que fue esta primera incursión en Ligas Menores?
-Me prepare fuerte tanto mental como físicamente para poder dar mi mejor desempeño, de igual forma estudié a los bateadores y sus debilidades para lograr obtener este resultado. Fue una excelente temporada que a pesar de ser corta la aproveché al máximo.
Posees un buena velocidad en la recta, ¿que otros lanzamientos forman parte de tu repertorio?
-Junto a mi recta, me baso en mi curva, splitter y cambio. Pero la localización de estos es la clave para tener éxito en cada una de mis salidas.
Con vistas a la próxima temporada, ¿Cuáles son tus principales metas?
-Mi principal meta va hacer escalar en el sistema de ligas menores, para cada día estar más cerca de mi objetivo que es llegar a la MLB.
Un mensaje que quieras enviar a todos esos jóvenes que aún luchan por alcanzar una firma.
-A ellos decirle que nunca se rindan y tengan mucha confianza en su talento, que ningún sueño es fácil pero tampoco imposible.
¿A quién agradeces su apoyo a tu carrera deportiva?
-En primero lugar agradezco a Dios por las bendiciones, a mi abuela y mis padres por siempre estar ahí para mí, también a Edgar Mercedes que fue pilar fundamental para poder obtener mi firma.