Por José Alejandro Rodríguez Zas
Este 2021 sigue reservando titulares para el noveno episodio, o más bien para el doce. El último mes del año sigue generando noticias muy interesante sobre el deporte cubano y, especialmente, del beisbol.
En la tarde este jueves, 23 de diciembre, el periodista Francys Romero publicó en su perfil de Twitter que otros tres jóvenes peloteros cubanos salieron de la Isla hacia el exterior, con el objetivo común de lograr una firme profesional que los lleve a jugar en el mejor beisbol del mundo.
Según reportaron fuentes cercanas a Francys, los tres jugadores «de alto perfil» que abandonaron el país son el lanzador derecho holguinero Rafael Sánchez, el jugador de cuadro matancero Raico Quiñones y el también serpentinero diestro yumurino Brayan San Juan, quienes ya se encuentran en República Dominicana, primer paso para obtener una firma en el futuro cercano.
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Sánchez, de 21 años, tiene experiencia en cuatro Series Nacionales con los Cachorros de Holguín, en la cuales acumula 72 juegos lanzados, con balance parejo de 8-8 y seis salvamentos, un alto promedio de limpias de 5.12 y un WHIP de 1.97, ponchando a 63 rivales con 66 boletos y un promedio ofensivo rival muy elevado de .325.
El holguinero integró el equipo cuba al Mundial de Beisbol de la categoría Sub18 en el 2017, celebrado en Canadá, con un promedio de limpias de 0.97 y 11 ponches en 10.1 entradas, precisó Francys en su sitio web, agregando además que el serpentinero nororiental es dueño de una recta que sobrepasa las 90 millas y fue colocado en la lista de 34 jugadores liberados por la Federación Cubana de Beisbol (FCB) para firmar con un equipo de Grandes Ligas, cuando estuvo vigente el acuerdo entre MLB y FCB.
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En cuanto a Quiñones y San Juan, ambos matanceros de 16 años, fueron miembros del equipo nacional al Panamericano Sub15 efectuado en México en 2019, como jugador de cuadro y lanzador, respectivamente. El primero tiene cualidades físicas extraordinarias que lo convierten en un gran talento del deporte de las bolas y los strikes, con serias posibilidades de imponerse en el beisbol profesional. El segundo, por su parte, tiene una recta que roza las 90 millas y también posee dominio de los rompimientos, según amplió Francys en su reporte.
Es válido destacar también que Quiñones se encontraba regulado por las autoridades del deporte en Cuba desde el año 2016, una medida muy usual en la Isla para «controlar» a sus talentos del deporte e impedirles que puedan viajar al extranjero legalmente y por sus propios medios, por temor, evidentemente, que no regresen al país.
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Sin embargo, ese tipo de acciones, más el sinfín de limitaciones que tiene el beisbol cubano y el país en general, impulsan a los más jóvenes atletas antillanos y casi que a cualquier profesional nacido en Cuba, a buscar un mejor futuro personal y familiar en el extranjero.