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Los éxitos del baloncesto cubano fueron evidentes en el pasado y el guantanamero Raúl Duboy formó parte de ellos durante 17 años. Este personaje compartió con varias generaciones de luminarias del tabloncillo, pero en el año 1992 escapó de Cuba y se estableció en México, país en el cual construyó una nueva vida lejos de las necesidades de su nación natal. El oriental se hizo visible una vez más este 25 de abril para el público de la isla, cuando alzó su voz en contra de los desmanes de la gerencia del deporte en la Mayor de las Antillas.
Las palabras de Raúl Duboy al medio de comunicación CiberCuba fueron tajantes y las críticas a lo mal hecho fueron una constante. Entre los asuntos más candentes no faltó la opinión personal del entrevistado acerca de la demolición que sufrió la Sala Polivalente «Kid» Chocolate, plaza que albergó la práctica de la disciplina de las canastas.
«Es un bochorno que gente sin escrúpulos haya destruido la diversión del pueblo. El baloncesto que, como dije, ha estado en sus buenos momentos a la altura del béisbol de aquellos tiempos, perdió uno de sus más preciados escenarios; sin contar, la multitud de muchachos que competían allí o que simplemente iban a divertirse de manera sana», expresó con la autoridad de quien posee el prestigio necesario para hacerlo.
La inconformidad de Raúl Duboy con respecto a las plazas deportivas
Raúl Duboy sabe muy bien que el asunto de los escenarios para la práctica deportiva es un tema crítico, del cual no se libra ninguna especialidad. Además, las condiciones de vida de los atletas retirados es bastante pésima y el abandono de estos es una norma.
«En Cuba, las instalaciones están en muy mal estado, los deportistas están desatendidos, figuras mundiales muri*ndo por desempleo y falta de atención«, se explayó.
El exdeportista rememoró todos los logros que alcanzó, pero al final de nada le valió. Las autoridades lo condenaron al ostracismo y las nuevas generaciones no conocen su nombre y su legado.

«Tengo el orgullo de ser uno de los pocos basquetbolistas, si no el único, que intervino en todos los eventos oficiales de nuestro deporte: Juegos Olímpicos, Panamericanos, Centrocaribes, Mundiales de clubes, Espartaquiadas, Juegos de la Amistad, Centrobásquet. Yo fui multicampeón nacional ofensivo (mayor número de puntos) y muchas veces el mejor delantero. ¿Quién me menciona?. ¿Quién se acuerda de mí?. Duele muchísimo ver como otros países me reconocen y aplauden, y en el mío no saben quien soy», dijo.
Una transformación urgente es necesaria
Más allá de las molestias personales, Raúl Duboy comentó que la actividad física en la isla necesita de un cambio radical si desean volver a los planos estelares. Este proceso incluye escuchar a aquellos que están en otros lares, sin ponerles mordazas de ningún tipo.
«El deporte cubano en estos momentos requiere de una reestructuración, actualizaciones de los entrenadores, establecer convenios y abrirse a otros países, que haya intercambios con otras naciones. Permitir que en realidad estén en las selecciones nacionales los mejores entrenadores y atletas, no importa donde vivan, si todos son cubanos y tienen el mismo derecho sin politizar el deporte. ¡Basta ya, que eso nos atrasa!», fue el pensamiento del entrevistado.
Los reclamos de Raúl Duboy fueron múltiples, pero estos estuvieron basados en vivencias que soportó en sus años en la selección nacional. A toda su visión, incluyó el parecer que posee de los pasos errados del oficialismo en Cuba.
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