Por Gian Franco Gil / @Gian_Gil98
Una de las ausencias con mayor connotación en la Serie Nacional 61 es la de Frank Camilo Morejón. En el mes de mayo 2021, a sus 35 años de edad, Guillermo Carmona, junto a su colectivo de dirección y las autoridades provinciales del béisbol en La Habana, tomaron la arbitraria decisión de dejarlo fuera de la nómina azul.
La noticia, tan inesperada como impactante, provocó un final oscuro en la carrera del máscara capitalino, luego de mantenerse muchos años brillando en la élite del béisbol. Para informarle sobre su exclusión, el colectivo que se reunió apeló a sus problemas de salud y una supuesta renovación del plantel.
Frank Camilo no perdió tiempo. Se decepcionó de las autoridades, pero no del béisbol. Por tanto, comenzó a transmitir sus conocimientos a jóvenes promesas de la receptoría. Su casa se convirtió en una pequeña academia, en la que emplea nuevas metodologías para la preparación de los futuros defensores de la posición.
«Mi idea desde que era jugador, siempre fue transmitir mis conocimientos. A raíz de todo lo que pasó llevaba tiempo estudiando una tendencia nueva que hay dentro de los principios de los fundamentos de la receptoría; el framing, que es el arte de convertir las bolas en strikes, y que los strikes no sean percibidos como bola», comentó Frank Camilo.
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«Me enfoqué en tratar de modernizar el área, porque el máscara es el jugador que tiene la oprtunidad de en cada lance lucirse», agregó Morejón en exclusiva para Swing Completo.
En sus pasos por las Series Nacionales, la mascota de Morejón era una de las que más seguridad le brindaba a los lanzadores. Por ello, aunque no fue un bateador excepcional, el capitalino logró el hacer el grado para equipos Cuba y contratarse en conjuntos profesionales.
Su maestría detrás del plato fue reconocida por aficionados y especialistas durante muchos años. Eso provocó que frecuentemente recibiera propuestas para preparar a jóvenes con deseo de jugar la posición.
«Cuando todavía estaba activo muchos padres se me acercaban para que prepara a sus hijos. Cuando sucedió todo me comuniqué con algunos de los padres y me dijeron que si comenzaba a entrenar que les avisara, que ellos confiarían en mi para que trabajara con sus muchachos. Entonces, me embullé y los cité para mi casa. En estos mometos entreno a doce atletas de La Habana, además de Yendrys Pérez, Yoan Rojas, Ariel Pestano Jr. y Pedro Revilla de Guantánamo».
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El exreceptor de los Industriales contó que recibe en su casa a todos los jugadores interesados en prepararse con sus métodos y herramientas de trabajo. También, reconoció la importancia del Doctor en Ciencias Alfredo Ríos, actual sabermétrico del equipo Nacional, en el desarrollo de las novedosas técnicas, «para transformar el béisbol cubano».
En algunas de sus publicaciones, se ha podido ver como el nuevo entrenador comparte sus experiencias con Brayan González, uno de los cuatro receptores del conjunto capitalino. «Con Brayan no es el único que trabajo. A mi casa también viene Oscar Valdés y analizamos sus actuaciones, sacamos promedios y llegamos a conclusiones para que pueda trabajar en sus deficiencias», dijo Morejón.
Sin dudas, sus conocimientos del área de los receptores hacen presagiar que podría asumir la preparación de los máscaras en el conjunto capitalino. Para que eso suceda, Camilo tiene una sola condición. «Mi aspiración es ser entrenador del equipo Industriales, pero mientras Guillermo Carmona sea el director yo no trabajo».