Y sí… ganó la “pelota libre” sobre la “pelota esclava”

Este domingo 19 de marzo se enfrentaron Cuba y Estados Unidos en la Semifinal del Clásico Mundial 2023. Quiso el caprichoso destino que ambas novenas chocaran por primera vez en la historia del torneo en una ciudad tan cubana como Miami. Poético que el estadio esté ubicado en el barrio de La Pequeña Habana, capital del exilio cubano.

Si has estado en una cápsula todos estos años o simplemente recién te interesas por el tema, te cuento a grandes rasgos que en Cuba llegó un gobierno totalitario en 1959 que abarcó y dominó todas las fases de la vida del cubano, y, ¿cómo no? del béisbol también.

Cuba era la mayor potencia beisbolera después de Estados Unidos antes de la llegada del engendro maligno de Fidel Castro y su Revolución comunista. En uno de sus arranques ególatras decidió “erradicar el profesionalismo” del deporte cubano y desde ese momento ser pelotero profesional quedó ilegalizado. Si alguno quería cobrar por jugar pelota debía abandonar Cuba.

Y no es lo peor, llamó traidores a la Patria a todos los que decidieron jugar béisbol de forma profesional. Desapareció de forma forzosa todos los registros de aquellos peloteros y prohibió que se mencionara siquiera sus nombres en la prensa que dominaba su dictadura ¿Parece absurdo? Así fue.

Un poco de historia

El 14 de enero de 1962 quedaron inauguradas las Series Nacionales, una especia de torneo amateur que serviría como sustituto de la prestigiosa Liga Profesional Cubana. Aquella tarde de domingo el tirano pronunció la siguiente frase frente al Estadio del Cerro lleno: “Esto es un triunfo de la pelota libre sobre la pelota esclava”.

Nunca he logrado entender cómo el béisbol en el que los jugadores no pueden elegir su equipo, ni su representante, ni sus contratos, puede ser considerado “libre”. Otra de las mentiras de la propaganda castrista.

Con el tiempo los Equipos Cuba, nutridos solo de jugadores de esa Serie Nacional, comenzaron a ganar torneos internacionales amateurs uno detrás del otro. Cuba llegó a ostentar 25 Copas del Mundo amateur consecutivas.

El béisbol fue utilizado como arma política por el dictador, haciendo una no tan sutil trampa. Los grandes jugadores del Equipo Cuba eran en realidad profesionales mal pagados, jugadores con nivel de Grandes Ligas cobrando una miseria y enfrentando a otros equipos del mundo verdaderamente amateurs.

Esa tendencia dio un pequeño giro a partir de 1999 cuando la Federación Mundial permitió a los profesionales participar en torneos internacionales. Eso, sumado a la larga lista de beisbolistas que abandonan la Isla para buscarse sus propios contratos ha hecho que los títulos de Cuba disminuyan considerablemente, de hecho, han desaparecido.

En 2006 surgió el Clásico Mundial. Cuba paró su Serie Nacional para hacer una preparación especial para enfrentar el torneo. Por primera vez los beisbolistas del Equipo Cuba se toparían con jugadores activos de Grandes Ligas.

Cuba llegó a la Final dejando por el camino a selecciones plagadas de estrellas como Venezuela, Puerto Rico y República Dominicana. La propaganda lo vendió como una gran victoria. En cierta medida lo fue, pero otra vez escondieron un aspecto importante. Todas esas estrellas estaban comenzando apenas los entrenamientos para su temporada de Grandes Ligas mientras los cubanos hasta detuvieron el campeonato para dedicar todos sus esfuerzos al Clásico Mundial.

No quiero aburrirte con la historia, pero era necesaria para entender lo ocurrido en el presente. Cada vez que en un debate se utilizaba el argumento de que aquellos equipos Cuba multicampeones no enfrentaban a beisbolistas de calidad, los defensores tenían una carta trampa.

Vale destacar que Cuba no juega ya solo con los peloteros de Serie Nacional, de hecho, para este Clásico Mundial 2023 se sumaron varios profesionales, entre ellos cinco grandesligas. El partido de este domingo fue muy simbólico, por primera un Equipo Cuba vio a un verdadero equipo de USA.

¿El resultado? Un KO de lo que el engendro maligno Fidel Castro llamó “pelota esclava”. Más de 61 años después de aquella fatídica frase el conjunto de Cuba tuvo profesionales, aquello tan odiado por el tirano. Además, el equipo lleno de estrellas de Estados Unidos humilló a su rival.

Sí, esta vez sí, ganó la pelota libre sobre la pelota de la dictadura cubana.

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