Por Yasel Porto
El exjardinero granmense Yoenis Céspedes ha trascendido además de su talento por un carácter complejo, el cual contribuyó posiblemente a que su despedida de las Grandes Ligas no fuera de la mejor manera posible. Pero con los errores o defectos que forman parte de la vida de los seres humanos sin excepción, existe también un lado positivo que en el caso de «La Potencia» tiene dimensiones tan grandes como mucho de los batazos o tiros que más trascendieron.
Mientras muchos creen que él es uno de sus millonarios dentro y fuera del deporte que solo piensan en sí mismo, la realidad es completamente distinta. Si bien Céspedes tiene una vida opulenta a la que llegó a sacrificio limpio, las más recientes acciones con la gente de su tierra natal es algo digno de reconocer y hasta admirar. Porque está claro que el que puede puede, pero no son tantos los que como él hacen lo que hizo en su Campechuela natal.
Aclaro que el artículo no es para convertirlo en santo ni porque él necesite la promoción de estos actos, sino porque creo que son hechos que merecen la pena que no queden inadvertidos. En especial cuando se trata de alguien a quien buena parte de las personas lo critican por mucho de lo deportivo y por casi todo de lo personal.
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Son varios los que se han acercado a mí a través de internet para darme detalles de las acciones de Yoenis en sus recientes viajes a su tierra, en los cuales además de comprar una finca como mismo hizo en Port Saint Lucie, Florida, ha ayudado económicamente a un gran número de personas.
Pero además de eso estuvo su gesto de contribuir con la reparación de algunos espacios públicos afectados y hasta el firme deseo de arreglar el estadio 26 de diciembre en el que se formó como pelotero. En una ocasión llenó una guagua de regalos para repartir en Licea, consejo popular perteneciente a Campechuela.
Lamentablemente mucha de las intenciones del doble ganador del derby de jonrones en el All Star Game quedaron en eso, pues ha habido reticencia institucional a la hora de asumir de su bolsillo la reparación o construcción de ciertas obras más colectivas.
Campechuela es un municipio de enorme tradición beisbolera y varios de los peloteros más importantes de la provincia Granma han surgido de ahí. Además de Céspedes pudiera resaltarse en el grupo a los tres hermanos Bejerano (Pablo, Víctor y Santiago Valerio).
En el caso del protagonista de este escrito es el único granmense que ha llegado a Grandes ligas en el presente siglo. Allí se desempeñó entre 2012 y 2020 con Oakland, Detroit, Boston y los Mets de Nueva York.
Está claro que fueron muchos los méritos de «La Potencia» en el contexto deportivo, mas eso está en un pasado que con la dinámica de la vida y por varios factores más, cada vez queda más ignorado. Pero este tipo de hechos sociales no se olvidan jamás y adquieren una trascendencia superior por ser la vida mucho más importante que el deporte.
Algunos de los dos lados lo criticarán, pero tal vez la mayoría le aplauda un humanismo voluntario, y a partir de hoy piense un poco más a la hora de enjuiciar a Yoenis Céspedes como persona más que como pelotero.
