Tal vez porque nos hemos mal acostumbrado a la poca belleza que por años ha padecido el principal evento deportivo de nuestro país, la chapucería que prevalece en la mayoría de los casos, no se le da la debida importancia al tema de la visualidad y a los pequeños detalles en nuestra Serie Nacional. Tal vez sus puntos más llamativos llegaron en el pasado Juego de las Estrellas y más recientemente en el primer encuentro entre las Avispas y los Huracanes desarrollado el pasado martes 22 de marzo.
Si miramos al Juego de las Estrellas como espectáculo, fue un fracaso total; actividades culturales sacadas de los años 80, amen del gran esfuerzo realizado por los niños de la Colmenita, pasando por una inconcebible falta de ortografía en el premio al tiro de precisión, el cual, según los encargados de fabricar el pequeño trofeo, no era tan preciso y que fue motivo de memes y burlas en las redes sociales, y terminando por el ya conocido bajo nivel de calidad que de manera general prima en el torneo, dieron como producto final un espectáculo que, bajo los estándares internacionales, fue un verdadero fiasco.
Sin palabras ♂️ ♂️ ♂️@TPonches se la comieron esta gente. No hay vergüenza pic.twitter.com/vkrHiZREeS
— Bloguero Cubano (@bloguero_cubano) March 20, 2022
Tal vez lo único que salvó el día fue el partido entre los niños de Matanzas y Granma, quienes con su entrega y ganas de jugar a la pelota, dieron brillo al show, con actuaciones individuales dignas de un verdadero All Star Game, como la del impresionante Pedro Castillo, brillando como torpedero, bateador y sobre todo desde el box, recetando nueve ponches en línea.
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Cuando parecía que no podía ocurrir nada peor que escribir «presición» de manera imprecisa, en premio de habilidades, ocurre el colmo de un fenómeno que se ha hecha cada vez más común en los equipos de la Serie Nacional, y es el de no respetar los uniformes de home club y visitante, utilizándolos indistintamente no importa la situación.
Este fenómeno, bastante esporádico y casi imperceptible en otros años, se ha vuelto tendencia y el pasado martes, 22 de marzo, se llegó al colmo del despropósito en el primer partido del enfrentamiento entre los conjuntos de Santiago de Cuba y Mayabeque, cuando ambos elencos salieron a la grama con su vestimenta de visitador, y ambos uniformes tenían los mismos colores, con distinta distribución, algo realmente desagradable a la vista de cualquier aficionado y sobre todo para el televidente, teniendo en consideración que era un partido que se estaba transmitiendo para el mundo entero por la señal de Gametime Sports en Youtube.
Miren esto ♂️ pic.twitter.com/afWewJWian
— ᖇOᗷIEᒪ ᐯEGᗩ (@robielcuba87) March 22, 2022
Ya lo dice el reglamento de la serie: «Se entregarán tres (3) camisas. La que exhibe el seudónimo de la provincia se utilizará para jugar como home club. La que exhibe el nombre de la provincia se utilizará cuando el equipo juegue como visitador«, por tanto, ¿Por qué no se aplica como debe ser el reglamento? Como sí lo hacen, hasta de manera desmedida, para otras cuestiones como enviar una simple felicitación a una página de Facebook y lo hacen ver como una indisciplina GRAVE.
No se que imagen del béisbol en Cuba quiere vender la Federación Cubana, en una temporada donde en varios casos no se respetaron los colores tradicionales de los equipos, no se le colocaron los apellidos a los uniformes de home club, algo que un torneo con tantas figuras desconocidas para la afición es fatal, e incluso se llegó a cometer un error ortográfico en una de las prendas del equipo de Camagüey, muestras estas de que las gestiones con la Teammate se hicieron a la carrera y sin el debido proceso de calidad a la hora de solicitar las indumentarias.
Y bueno, todavía no se ha lanzado la primera bola de la #SNB61 y ya las pifias comenzaron a aparecer… ♂️
— Raúl del Pino (@Ralex_88) January 14, 2022
Muy bonitos los nuevos trajes e indumentaria proporcionada por #Teammate pero errores así son inadmisibles para un torneo que pretender ser serio. pic.twitter.com/ahojZilgbc
Estos aspectos no son el problema principal de la crisis del béisbol en la isla, pero pudieran ser un aliciente ante situaciones más graves y sin pronta solución. Sería bonito ver a los equipos vistiendo prendas bien diseñadas, como las que se realizan en Cuba por diversos emprendedores, no sería necesario un contrato con una firma extranjera, tenemos talento suficiente entre nosotros y las redes sociales se han colmado de muchísimos ejemplos.
Necesitamos un vuelco en cuanto al concepto de espectáculo que se tiene por los que dirigen el béisbol en Cuba; se requieren ideas innovadoras, frescas y una visión internacional; nos hemos quedado estancados y el mundo ha seguido su curso; estos problemas son solubles, no tiene que caerse el bloqueo o embargo, como quiera llamarlo, para cambiar la situación, espero que este reclamo llegue a quienes debe llegar, porque si algo caracteriza a la pelota cubana es la palabra popular «chea«, nada la describe mejor.