Por Gian Franco Gil/ @Gian_Gil98
Durante el partido entre los Atlanta Braves y los Colorado Rockies, en casa de estos últimos, el cubano Jorge Soler abrió fuego temprano en el desafío con un cuadrangular en solitario. Con un swing poderoso de 103 millas en la salida, el antillano estremeció el Coors Field.
En la parte alta del primer inning, el diestro Chi Chi González abrió las acciones desde la lomita, pero equivocó una recta de cuatro costuras a 94 millas que Soler no perdonó y llevó la Rawlins a 407 pies por todo el jardín derecho con la primera anotación de la noche.
El cubano llegó a 22 cuadrangulares y en los últimos siete días lleva tres bambinazos, una de sus mejores rachas esta temporada, en cuanto a producción jonronera se refiere. El anterior lo había conseguido frente a Los Angeles Dodgers y, un día antes, el 29 de agosto, le hizo la gracia a los San Francisco Giants.
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Desde su llegada a los Bravos, a finales del mes de julio, Soler lleva con Atlanta ocho batazos de vuelta entera y tres dobletes como extrabases, para un total de 27 hits con los del Estado de Georgia.
También con Atlanta logró mejorar su average de bateo, pues con los Reales de Kansas City traía una paupérrima línea ofensiva de .192/.288/.658 (AVE/OBP/OPS) y ahora, con su nuevo equipo, acumula .267/.375/.910.
Aunque suele tratarse poco esta estadística, sucede que, con los Royas, Soler contaba con -1.2 de WAR (victorias que da el jugador por encima de su remplazo). Desde que es un Bravo, este parámetro proveniente de la sabermetría ascendió a 0.6. Es decir, de restarle, consiguió mejorar su aporte individual a las victorias de su novena.
