Por Álex Fernández Fernández
Miguel Antonio Vargas ha trabajado bien duro para buscarse un espacio en Los Ángeles Dodgers. Fue declarado el mejor jugador de la franquicia en Ligas Menores e incluso fue llamado para la postemporada.
Hubo un dato que llamó la atención a la dirección del equipo, y es que en 16 partidos en las Mayores, el habanero bateó de 12-4 con hombres en posición anotadora.
En la pasada temporada en su paso por AAA participó en 113 juegos con los Dodgers de Oklahoma City, y tuvo un rendimiento ofensivo de AVE .304, OBP .404, SLG .511,17 cuadrangulares, 32 dobles y 87 impulsadas.
Pero el hijo del ilustre Lázaro Vargas quiere más y no deja de batallar para que tras el spring trainer de 2023 hacerse de un espacio en el equipo más completo de la Gran Carpa.
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En entrevista con el Nuevo Herald dejó claro que intentará poner el apellido Vargas en lo más alto, incluso “vengar” los deseos frustrados de su padre, uno de los mejores bateadores de los años 80 y 90 en Series Nacionales con los Industriales y el equipo Cuba.
“Ese es el sueño de todo jugador. Por eso vengo jugando desde que soy un niño, es mi sueño y el de mi familia.(…)
“Ese también era su sueño. Formó parte de una generación que no pudo demostrar aquí lo que quizá estoy demostrando yo. Estoy representando lo que él pudo haber hecho y me siento muy orgulloso de poder hacerlo’’.
Justo antes de la postemporada de 2022, Dave Roberts, el mánager de Los Ángeles dijo que:
“Definitivamente su nombre está en el grupo que aspira a hacer el roster” (..) “Todo lo que Miguel puede hacer es aprovechar las oportunidades que reciba”.
Su propio padre en entrevista exclusiva con Swing Completo declaró:
“Primero plantearon que era difícil subir. Ya lo hizo. Y ahora hay que luchar por jugar, porque es el equipo que tiene, el que le toca y ahí vamos a pelear, y vas a ver que lo vamos a lograr”.
Habrá que esperar en el futuro el desarrollo de este joven de 22 años, quien concluyó con un deseo en la propia entrevista del Nuevo Herald: “Obviamente, si pudiera pedir algo sería estar en Grandes Ligas por el resto de mi vida”.