Por Robiel Vega
Uno de los peloteros cubanos más mediáticos, polémicos y de más talento natural para jugar al béisbol es sin dudas Yasiel Puig. El cienfueguero lo tiene todo para ser un crack, pero desgraciadamente su comportamiento fuera de la grama lo ha alejado de las Grandes Ligas desde el 2019.
Esta temporada, el «Caballo Salvaje» tomó la decisión de ir a jugar a México, una liga que si bien no es un medidor 100 por ciento fiable, sobre todo por el poco nivel del pitcheo en comparación con otros circuitos, ha servido de vitrina para mostrarse en todo su esplendor.
Más allá de sus números, que han sido muy buenos, la imagen dejada sobre el terreno, su entrega, sus espectaculares fildeos, sus tiros precisos y potentes que le permitieron lograr nada menos que 9 asistencias en 62 partidos, una cifra realmente para respetar, han hecho soñar a más de uno, entre los que me incluyo, con un posible regreso a la Gran Carpa el próximo año.
Su actuación, a nivel estadístico fue muy completa, estuvo a dos bases robadas de ser un 10-10, sacando una decena de pelotas del parque y robando 8 bases, aunque si incluimos su destacada actuación en la postemporada, tenemos que suma 11 jonrones y 11 robos, con un home incluido, demostrando que no sólo es un bateador en toda la línea, sino que es un verdadero show sobre la grama.
Precisamente en los Play Off de la LMB no se ha quedado atrás, bateando para 290 (31-9), con dos dobles, un cuadrangular, 6 empujadas e igual número de anotadas. Ha negociado también 6 boletos, lo que le ha permitido exhibir un OBP de 405, ponchándose además en 7 ocasiones.
Lo que nadie puede reprocharle a Puig es no se haya entregado, las ganas que le ha puesto a su regreso, luchando cada turno, cada bola a la defensa, cada corrido de base, son dignas de aplaudir. Sus seguidores deseamos de todo corazón volver a verlo vistiendo la camiseta de cualquier equipo en Las Mayores, porque sabemos que calidad deportiva le sobra.
Esperamos, además, que esta experiencia le haya hecho entender que para jugar en la MLB hace falta más que talento; se necesita mucha disciplina y carácter fuera del estadio. Deseamos que tenga la oportunidad de redimirse y que nos siga haciendo disfrutar de su juego por varios años más. Es todo por ahora. Nos vemos en la próxima.
