Aliet Arzola Lima
El béisbol cubano no tiene hoy un lanzador zurdo con la calidad de Raúl Valdés. No hay que dar muchas vueltas ni romperse la cabeza: en la actual Serie Nacional ni un solo serpentinero de la mal llamada mano equivocada se acerca al nivel de excelencia del habanero, quien hace ya casi 20 años decidió hacer carrera profesional lejos de su tierra.
A pesar de que el tiempo ha pasado, Valdés se mantiene como uno de los abridores más respetados en los circuitos profesionales del Caribe, particularmente en República Dominicana, donde se ha asentado luego de sus múltiples campañas con los Toros del Este. Allí recaló por primera vez en el 2009, luego de breves experiencias en Gigantes del Cibao y los Leones del Escogido.
Tan arraigado está Raúl Valdés A República Dominicana que ya no resulta extraño verlo con la camiseta de la selección nacional quisqueyana, sobre todo en Series del Caribe, aunque ahora ha recibido la oportunidad de competir en el Preolímpico de las Américas y, para variar, el zurdo no desentonó.
Justo a la misma hora en que Cuba perdía contra Venezuela en West Palm Beach, Valdés afrontó un duelo de máxima prioridad ante Puerto Rico, el rival histórico de la región, y se llevó el triunfo luego de una exquisita faena de siete entradas, tres hits, dos carreras, un boleto y cinco ponches desde la lomita de Clover Park, en Port St. Lucie.
El zurdo volvió a demostrar que en el béisbol no es necesaria una velocidad aterradora. Con su pitcheo de control, bordeando siempre las equinas y la zona baja con sus envíos rompientes, el habanero maniató a la tanda boricua y mantuvo con vida a su equipo, que no despertó en materia ofensiva hasta la segunda mitad del encuentro.
Valdés se encontró con una rápida ventaja en la misma primera entrada por un sencillo remolcador de Juan Francisco, pero un cuadrangular de dos carreras de Reynaldo Navarro en el segundo inning cambió el panorama. En esa situación, Dominicana no respondía con el madero, pero se mantenían con vida gracias al dominio del zurdo antillano.
A la postre, los quisqueyanos igualaron la pizarra por doble de Diego Goris en el tercero, y después rompieron el abrazo con jonrón solitario de Luis Liberato y tubey de Emilio Bonifacio en el sexto. Una entrada más tarde, Gustavo Núñez dio un triple con un corredor a bordo y puso cifras definitivas en el marcador (5-2).
Valdés había sido anunciado para trabajar contra Estados Unidos este martes, pero al final cambió la planificación de los dominicanos, quienes apostaron por el habanero para el choque de apertura de la lid y ante un rival históricamente incómodo, muestra de la confianza que tienen en su trabajo.
Estoy preparado para lanzar en cualquier juego y en cualquier situación, dijo en conferencia de prensa virtual el cubano, cuyo máximo objetivo en el choque fue avanzar lo más posible y dejar encaminada la victoria para los de Quisqueya.
Luego de esta apertura, es muy probable que Raúl Valdés tenga que subirse otra vez al montículo en uno de los partidos decisivos de la Super Ronda entre viernes y sábado, en los cuales se definirá el único clasificado del torneo rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio, así como los dos contendientes que buscarán la última plaza a la capital japonesa en el clasificatorio de Puebla, México.
“Estoy muy contento y orgulloso por representar a República Dominicana. Me abrieron las puertas, no me puedo quejar. Esta actuación mía es un agradecimiento por cómo me han tratado todos estos años”, apuntó el zurdo a los medios.
