Por Pavel Ruíz
En la noche de este martes 18 de octubre inició la segunda vida deportiva del lanzador cubano Lázaro Blanco, quien debutó en la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM) después de escapar de la concentración del equipo Cuba en el Preolímpico de la Florida en junio de 2021.
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Tras radicarse en la ciudad de Miami y firmar con la agencia de representación RI Total Sports al mando del también cubano Carlos Pérez (ahora incorporada a Leona Sports, de Lisette Carnet) , el derecho granmense se mantuvo entrenando a espera del contacto de algún equipo profesional.
Esa llamada llegó por parte de las Estrellas Orientales (1 victoria y 2 derrotas) de la LIDOM, elenco con el que acaba de abrir su primer juego en esta especie de resurrección.
Puesto como cuarto abridor, Blanco tuvo una salida discreta esta noche ante los Leones del Escogido, pues abandonó la lomita después de tres entradas y dos tercios en las que le fabricaron dos carreras. Eso sí, no se apuntó decisión adversa porque su equipo también había pisado dos veces la goma para mantener el choque empatado en el momento en el que se fue a las duchas.
El espigado lanzador no estuvo como en sus mejores tiempos. Admitió cuatro hits y regaló dos boletos con un solo ponche, por lo que su promedio de carreras limpias quedó en 4.91 y su WHIP en 1.64.
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La primera carrera llegó en el primer capítulo, cuando los felinos anotaron por sencillos de Eddy Leonard y Engel Beltré y jugada de selección sobre una conexión del Grandes Ligas Starlin Castro. La otra ocurrió en el cuarto episodio para decretar su explosión después de que Elier Hernández le pegara doblete y entrara remolcado por indiscutible de Ben Rotvedt.
Al cierre de esta nota el partido estaba igualado en la parte baja del sexto, pero a cinco carreras. Así de gris resultó el estreno del dos veces campeón de Cuba con los Alazanes de Granma en 17 Series Nacionales. No obstante, en este momento lo importante era volver al diamante. Ya tendrá tiempo de mejorar.