Nolan Arenado ha marcado una época en la antesala en los últimos nueve años. Capaz de ganar el premio Guante de Oro en cada una de las temporadas que ha jugado en las Mayores, además de ser el máximo remolcador de carreras desde el 2014 hasta la fecha en todas las Grandes Ligas.
Arenado nació en los Estados Unidos, en Newport Beach, California, pero por sus venas corre sangre cubana. El hoy antesalista de los Cardenales de San Luis fue un producto de la unión del cubano Fernando Arenado, natural de Guantánamo y Millie Arenado, una mujer nacida en Estados Unidos, pero de descendencia boricuas.
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La historia de la familia de Arenado es como la de muchas en nuestra isla que han marchado rumbo al norte para buscar mejores oportunidades para su vida. Su abuelo Gerardo sufrió prisión política por ser un disidente del sistema, lo que provocó que Fernando, el padre de Nolan, partiera al exilio en España y desde allí pudo sacar al resto de su familia.
Tal tragedia familiar no le es ajena al cuatro veces ganador del Bate de Plata, quien nunca ha negado sus raíces y siempre se ha sentido orgulloso de tener sangre cubana. Tanto así que en varias ocasiones ha expresado públicamente su deseo de jugar en algún momento en la Isla, por que es la patria de sus padres y siente que es parte de su historia.
No es de extrañar entonces que se le viera posando con la bandera cubana para las fotos de su equipo. No lo hizo con la de los Estados Unidos, que fue el país donde nació, creció y se formó como atleta y persona, prefirió tomar la enseña de sus raíces, porque hay más de una manera de sentirse cubano.
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Sería increíble verlo sumado al proyecto de la Asociación de Peloteros Cubanos Profesionales y que vistiera los colores del equipo Cuba en un Clásico Mundial, porque si otros lo han hecho para otros países no podría hacerlo él, que lleva la cubanía corriendo por sus venas.
Gracias Nolan por siempre tener a Cuba presente y no olvidar de donde vinieron tus padres. Eres tan cubano como yo, que siempre he vivido en esta tierra, porque lo llevas dentro y por que pones su nombre bien en alto con cada salida al terreno.