LA FOTO DEL CLÁSICO: Roel Santos se llevó inolvidable recuerdo de leyenda MLB

Una de las grandes oportunidades que brinda un torneo como el Clásico Mundial es conocer a esas grandes estrellas de las Grandes Ligas, jugar contra ellas e incluso, compartir un selfie. Como hizo el jardinero granmense Roel Santos. El partido del pasado domingo 19 de marzo, entre Estados Unidos y Cuba, dejó clara la gran […]

Una de las grandes oportunidades que brinda un torneo como el Clásico Mundial es conocer a esas grandes estrellas de las Grandes Ligas, jugar contra ellas e incluso, compartir un selfie. Como hizo el jardinero granmense Roel Santos.

El partido del pasado domingo 19 de marzo, entre Estados Unidos y Cuba, dejó clara la gran diferencia de calidad que existe entre el Team USA y el equipo cubano al que gran parte del público y la prensa cubana llamó Team Asere.

El desproporcionado marcador evidenció, además, lo desbalanceados que estuvieron las zonas. Por un lado, la asiática, con un claro dominador y varios equipos de la media para abajo. Y por otra parte, la americana, que reunió a cinco de las mejores selecciones del torneo, tres se ellas en un mismo grupo.

De esa forma llegó Cuba a las semifinales y allí cayó estrepitosamente ante el archifavorito Estados Unidos, campeón defensor.

Roel Santos se llevó un recuerdo de Mike Trout

Una de las grandes estrellas de este conjunto es, sin dudas, Mike Trout y Roel Santos no perdió la oportunidad para llevarse un recuerdo a casa con el mejor bateador del béisbol actual.

Roel Santos tuvo un buen rendimiento ofensivo durante el torneo, aunque específicamente en el choque ante los Estados Unidos, no pudo lucir su mejor versión. 

No obstante, al salir del estadio, interceptó a Trout y le pidió un selfie para el recuerdo y éste accedió sin ningún tipo de problemas. Roel Santos ha tenido una carrera exitosa en el béisbol mexicano pero codearse con figuras de este calibre es otro nivel.

Mike Trout tampoco tuvo un gran partido ante Cuba, logrando conectar un solo indiscutible en las postrimerías del choque. Pero su calidad indiscutida hacen de él, siempre, una atracción.