Por Juan Páez
Luis Robert solo sacó 13 pelotas del parque en la temporada 2021 de las Grandes Ligas, pero esa marca debe quedarse pequeña si tomamos en cuenta su talento y el hecho de que, por lesión, únicamente participó en 68 juegos con los Medias Blancas de Chicago en la campaña pasada. Esta vez, saludable y a plenitud de condiciones para el torneo del 2022, es momento de que la Pantera explote todo su potencial y muestre su mejor versión en las Mayores.
Hay varias razones para pensar que Robert podrá, incluso este mismo año, protagonizar una zafra de 30 o más estacazos de vuelta completa. La primera de ellas es que ya lo logró en Ligas Menores, pues conectó 32 jonrones en su última temporada en Ligas Menores (2019), el mismo año en el que fue uno de solo dos peloteros en lograr el 30-30 en todo el sistema de granjas (el otro fue Kyle Tucker, perteneciente a los Astros de Houston).
Otra de las razones es la velocidad de salida en los batazos del cubano. El año pasado, de acuerdo con Baseball-Reference, promedió 91.2 millas por hora en sus impactos. Y para que usted tenga una idea, de los 27 hombres que registraron una velocidad igual o superior a esa además de las apariciones necesarias para aparecer en listas de promedios (no es el caso de Robert), solo ocho de ellos no terminaron la zafra con al menos 30 vuelacercas.
En otras palabras, el 70 por ciento finalizó el torneo con, como mínimo, tres decenas de bambinazos. Ese hecho en la historia reciente sugiere que Robert, de mantener esa velocidad en sus batazos, debería cumplir con las proyecciones que tiene a 162 juegos tomando en cuenta lo que ha hecho en su carrera hasta ahora: 31 cuadrangulares y 97 impulsadas son los cálculos que aparecen en Baseball-Reference.
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Un motivo más para apostar a que Robert desatará su poder es que ahora pone la bola en juego con mayor frecuencia. Entre 2020 y 2021, el jardinero central pasó de poncharse el 32.2 por ciento de las veces a un 20.6 por ciento que se ubica incluso por debajo del promedio de Grandes Ligas. Un mejor dato: Robert pasó de poner la bola en juego el 22.3 por ciento de las veces a un 31.9 por ciento el año anterior. Y para redondear la idea, su porcentaje de contacto pasó de un pobre 58.5 a 71.8.
Por último, una razón más, los batazos de Robert van en su mayoría por el aire. De hecho, de acuerdo con las estadísticas del citado portal, el 55.6 por ciento de las conexiones de la Pantera se reparte entre elevados y líneas, algo beneficioso si el fenómeno isleño quiere buscar más extrabases o, específicamente, más cuadrangulares.
Mientras Luis pueda mantenerse saludable, no hay razón para dudar que pueda convertirse no solo en el jugador más valioso de los Medias Blancas por los próximos torneos, sino también de la armada cubana. El 2022 será un buen año para disfrutar de sus cinco herramientas.
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