DOMINIO CUBANO: Todos los nuestros que fueron estrellas de su época de Grandes Ligas

Juan Paez

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Por Juan Páez

Cuba ha sido uno de los países que más talento ha enviado al béisbol de las Grandes Ligas desde siempre. Desde que el primer cubano debutó en la Gran Carpa, siempre ha habido figuras de relevancia en la mejor pelota del mundo. Cada época ha tenido su estrella antillana y, en Swing Completo, recordamos a todos los isleños que, con su actuación, se convirtieron en parte de lo mejor en las Mayores.

¿Quiénes son? Veamos…

(OJO: Haciendo clic en cada nombre o cada foto, irá al trabajo individual de cada pelotero mencionado)

1. Diego Seguí

El derecho hizo de todo entre 1967 y 1973.

De hecho, fue uno de apenas tres lanzadores que, entre 1967 y 1973, acumularon al menos 50 victorias, un blanqueo y 40 juegos salvados en todas las Mayores.

Los otros dos son Wilbur Wood y Dave Giusti.

2. Orestes “Minnie” Miñoso

Entre 1951 y 1958, hubo pocos mejores bateadores que Miñoso.

En ese lapso, fue cuarto en imparables, con mil 354. Fue quinto en dobletes, con 227, y quedó empatado en triples (74) con el legendario Willie Mays.

Ocupó el noveno puesto en impulsadas (698). También lideró las Grandes Ligas en bases robadas (159), siete por encima de Mays (152).

3. Camilo Pascual

El cubano tuvo su mejor periodo entre 1959 y 1963.

Completó 76 encuentros, esa es la segunda marca más alta entonces en las Mayores, solo por debajo de Spahn (104) e igualado con Don Drysdale.

Y totalizó 25 blanqueos, una cifra que se codeó con las conseguidas por Warren Spahn, Sandy Koufax y Don Drysdale.

4. Adolfo Luque

Luque fue el primer pitcher cubano en las Grandes Ligas y su historia no pudo comenzar de una mejor manera. En el lapso de 1919 y 1925 se abrió paso entre lo mejor del big show.

Tuvo la sexta mejor cantidad en blanqueos (18).

También fue uno de los 22 lanzadores que alcanzaron 100 o más victorias en el periodo citado y fue séptimo en efectividad (2.79), superando a leyendas del juego, como Walter Johnson y Pete Alexander.

5. Rafael Palmeiro

Rafael Palmeiro es sin duda uno de los más grandes sluggers que han salido de Cuba con camino a las Grandes Ligas. Hubo una época en la que elevó al máximo todo su potencial: entre 1998 y 2003.

En ese tramo, sumó casi mil imparables (988), más de 180 dobletes (183), más de 250 estacazos de vuelta completa (257), más de 700 impulsadas (729) y más bases por bolas (568) que ponches (498).

6. José Abreu

El inicialista ha sido uno de los bateadores más consistentes en la Gran Carpa desde que debutó, en 2014, con los Medias Blancas de Chicago.

Con excepción del 2018, ha despachado al menos 25 jonrones, 30 dobletes y ha impulsado, como mínimo, 100 carreras en cada una de sus campañas.

De hecho, es uno de los nueve peloteros en la historia con por lo menos cinco zafras de 25 estacazos de vuelta completa y 100 producidas en sus primeros seis torneos en las Grandes Ligas.

7. Alexei Ramírez

Entre campocortos, desde 2008 hasta 2015, Ramírez fue tercero en imparables en esa época (mil 154), superando a estrellas como Derek Jeter, Jimmy Rollins y Troy Tulowitzki.

Tuvo la cuarta cantidad más alta de dobles (207) y la séptima en estacazos de vuelta completa (93).

Fue segundo en carreras impulsadas (485) y octavo en anotadas (509).

8. Yasmani Grandal

El que es ahora uno de los mejores receptores en las Grandes Ligas tiene cuatro temporadas en la élite. Desde 2016, es el segundo careta con más juegos detrás del plato, con 504, solo por debajo de Yadier Molina (511).

Es el quinto con más imparables (417). Es cuarto en dobles, con 87. Y por si fuera poco, lidera en jonrones (99) y es segundo en impulsadas (260) y en anotadas (236).

También, es el receptor con más boletos recibidos (271) desde ese año.

9. Liván Hernández

Entre 2000 y 2005, Hernández empezó entonces un tramo de seis años tremendos en los que lanzó casi mil 1500 entradas (1417.1) y abrió más de 200 juegos (203).

Fue el pitcher que más episodios registró y promedió 236 capítulos por torneo.

Muestra de la particularidad del isleño y de la época es que apenas tres abridores han trabajado, como mínimo, 236.0 innings en más de una zafra en los últimos 10 años: Justin Verlander, CC Sabathia y Félix Hernández, todos en dos ocasiones.

Nadie, por cierto, lo ha hecho desde 2014.

10. José Fernández

Entre abridores con al menos 75 aperturas en sus primeras cuatro temporadas, el fallecido Fernández aparece en el tercer lugar de efectividad en la historia de las Grandes Ligas, con 2.58, solo por debajo de Terry Larkin (2.28) y Dwight Gooden (2.46).

Desde 2016 hasta 2019, ponchó al 34.3 % de los rivales que enfrentó, esa es la mejor marca en ese lapso, incluso por encima de Max Scherzer (33.8 %).

11. Miguel Ángel Cuellar

Entre 1968 y 1974, este zurdo se codeó con algunos de los pitchers más grandes de la historia.

Aparte del Cy Young que ganó en 1969, el histórico escopetero dejó récord de 133 victorias, 74 derrotas y 2.97 de efectividad. Abrió 252 juegos, completó 125 encuentros y totalizó 26 blanqueos.

Esos registros le permitieron ser de los mejores lanzadores de su era.

12. José Canseco

En las Grandes Ligas, no hubo un jonronero más grande que José Canseco entre 1986 y 1991.

En ese periodo, sacó al menos 30 pelotas del parque en cada zafra, a excepción de 1989.

Fue el único hombre en las Mayores que pegó 200 jonrones en ese lapso (204).

13. Dagoberto Campaneris

Campaneris fue de los mejores ladrones de las Grandes Ligas entre 1965 y 1972.

En esa época, que comenzó cuando los Atléticos aún eran de Kansas City, se robó 410 bases, promedió más de 50 almohadillas estafadas por temporada y lideró la Liga Americana en seis de las ocho temporadas disputadas.

Lo mejor de todo es que apenas lo capturaron en 106 ocasiones, lo que es igual a decir que tuvo éxito en el 79.4 por ciento de las veces que intentó conquistar un cojín.

14. Tony Oliva

Entre 1964 y 1970, Oliva fue el cuarto hombre con más hits en el periodo mencionado, con sus mil 291.

Participó en la décima mayor cantidad de juegos (mil 53), casilla que también ocupó en carreras anotadas (638).

Tuvo el número más alto de dobles (248). Fue décimo en impulsadas, cuarto en average (entre jugadores con al menos tres mil apariciones al plato), con .310, y el número 15 en OPS, con .861. Hasta su poder salió a relucir, pues en ese tiempo sacó 155 pelotas del parque, 19na mejor cifra.

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