ULTRAJE en NTV por omisión del retiro de Donald Duarte

Por Reynaldo Cruz Díaz Cuando las cosas se hacen para cumplir un “plan de trabajo” y no para hacerlas bien, tienden a darse “errores”, “omisiones” o desastres que son imperdonables. Por eso, lo acontecido este sábado en la emisión estelar del NTV, cuando en el segmento deportivo no se abordó el tema del retiro de […]

Por Reynaldo Cruz Díaz

Cuando las cosas se hacen para cumplir un “plan de trabajo” y no para hacerlas bien, tienden a darse “errores”, “omisiones” o desastres que son imperdonables. Por eso, lo acontecido este sábado en la emisión estelar del NTV, cuando en el segmento deportivo no se abordó el tema del retiro de Donald Duarte, uno de los más importantes atletas de las dos últimas décadas, no solo para Pinar del Río, sino para Cuba, fue ultrajante.

La afrenta fue denunciada por el internauta pinareño Jacinto Carcedo Pérez en su cuenta oficial de Facebook en una publicación en la que reflejó su descontento.

“Escribo , medito y me indigno al plasmar cuartillas…¡ millones de compatriotas no atinaban a comprender lo que sucedia en la mismísima emisión a la cual se nombra » estelar » del noticiero nacional de la televisión cubana…(sic)” comenzó diciendo Carcedo.

Luego explicó: “¿ como es posible que en el espacio dedicado al deporte, ni siquiera sea mencionado el retiro de una gloria , no sólo de Pinar , sinó de nuestra patria amada ?(sic)”

Más tarde, agregó: “¿ En que mundo artificioso viven los que tuvieron a cargo la confección de ese estelar ..que  con esa afrenta convierte su estelaridad en una verdadera verguenza y ofensa a los humildes pinareños ?(sic)”

Casi al final de su publicación, dijo: “¿De qué codigo de la familia vamos a hablar , cuando en un espacio visto por milones de cubanos ..violan el código de la ética y ofenden con esa acción a un pueblo entero ?(sic)”

Terminó entonces con la contundente frase de que “¡ A Pinar del Río se respeta !!!”

Evidentemente, la indignación—que fue además secundada por varios internautas—está más que justificada. Donald Duarte fue un atleta de esos que dejó TODO por su tierra pinareña, al jugar 18 Series Nacionales, con promedio de .306, producto de 1709 inatrapables, de los cuales 231 fueron dobles, 39 triples y 130 jonrones. Además, anotó 945 carreras, impulsó 746, robó 108 bases, fue prendido en 85 ocasiones y tuvo una slash line de .394/.431/.825. Sus excelentes números, sin embargo, están por debajo comparados con la entrega a su camiseta, jugando varias posiciones en que el equipo lo necesitaba.

Su retiro no pudo acontecer de manera más espectacular, pues su primo (algo que se reveló en la jornada) William Saavedra decidió con doble en walkoff fashion en extra innings, nada menos que contra los legendarios Industriales.

Pero el tema en cuestión es que una vez más se demuestra la indolencia de los medios nacionales respecto a todo lo que acontece con el béisbol. El retiro de una gloria local y nacional como Donald Duarte, un atleta que decidió echar el resto en Cuba, no podía pasar por alto en el segmento noticioso más visto del país. Pero realmente esta no es la primera vez que algo así sucede, y cabe que nos preguntemos hasta qué punto de verdad se respeta el béisbol y su historia en el país.

Hace apenas dos años y unos días, cuando el estelar Frederich Cepeda cumplió 40 años, la televisión cubana le “regaló” tal vez el partido que con más dolor recuerde el espirituano. El canal Tele Rebelde transmitió ese día nada menos que el séptimo juego de la final entre Holguín y Sancti Espíritus, partido en el que Friedrich se fue de 3-1, con un doble, un boleto y par de ponches a la hora buena: uno en el octavo ante el abridor Orelvis Ávila con dos corredores en base sin outs, y uno en el noveno ante el relevista Oscar Gil, con la casa llena y el empate en tercera, que sirvió para el out 27 y la única corona de los Cachorros.

En el caso de Donald Duarte, quien se metió en la grada y lideró la “comisión de embullo” de la fanaticada en apoyo a su equipo, la omisión intencional o accidental de su retiro en el NTV no es más que una muestra de lo que significan las glorias deportivas en Cuba una vez que dejan de ser útiles.

Los ejemplos de atletas prácticamente abandonados a su suerte luego de su retiro—algunos de ellos todavía sin retirarse, pero perdido su status de estelaridad—sobran en la pelota cubana. Cuando murió Nelson Campver, último sobreviviente del primer equipo Cuba campeón panamericano, el 18 de diciembre de 2020, el único directivo del béisbol cubano que hizo acto de presencia en su funeral fue Luis Daniel del Risco, y lo hizo a título personal.

Casualmente, del Risco fue también importante en el entierro del gran Andrés Ayón, miembro del Salón de la Fama del Béisbol Mexicano, quien apenas recibió visitas de los funcionarios del béisbol, incluso cuando su infarto cerebral aconteció justo después de haber pasado varios días trabajando SIN SALARIO por todo el país en el programa de los talentos.

A finales del año pasado, cuando los legendarios Orestes Miñoso y Tony Oliva fueron electos al Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, la televisión cubana también hizo silencio. Por supuesto, se trataba de atletas que armaron su historia fuera de Cuba, pero igualmente es una afrenta a un deporte que ya ha sido declarado Patrimonio de la Nación Cubana.

¿Es esta acaso la manera de tratar a un patrimonio? Y todavía tenemos que soportar ser llamados “mercenarios”, “simpatizantes de Otaola” o “adoctrinados por los enemigos de la Revolución” cada vez que sale una crítica a cómo se mal-maneja el béisbol en Cuba. Porque claro, la única opción cuando no hay argumentos sólidos para refutar un mensaje es atacar al mensajero. Por cierto, esta publicación fue de las que sí se hizo eco del evento, en vez de asaltar con críticas, como siempre se dice que hace.

La falta de respeto hacia Donald Duarte no constituye un ataque de regionalismo hacia los pinareños: es una afrenta hacia el béisbol cubano y hacia la identidad de la nación cubana.

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