SE TENÍA QUE DECIR: Yuli Gurriel ha dejado huellas en MLB

Por Jesús Pérez Vichot (Chuchi)

En este siglo ningún equipo ha contado con más peloteros que lograron conectar 30 o más cuadrangulares en una misma temporada que los Twins de 2019. En aquel conjunto fueron cinco los tolereros que lograron al menos esta cifra (30 HR). Ellos fueron: Nelson Cruz (41 HR), Mitch Garver (31 HR), Max Kepler (36 HR), Eddie Rosario (32 HR) y Miguel Sanó (34 HR).

Después del mencionado equipo de Minnesota, en lo que va de siglo (2001-2022) aparecen otras cuatro franquicias que tuvieron en sus filas a cuatro bateadores con al menos 30 jonrones en una misma campaña. Los Cubs de 2004 tuvieron a Moisés Alou (39 HR), Derrek Lee (32 HR), Aramís Ramírez (36 HR) y Sammy Sosa (35 HR). En 2006, los White Sox tuvieron a Joe Crede (30 HR), Jermaine Dye (44 HR), Paul Konerko (35 HR) y Jim Thome (42 HR), Ryan Howard (45 HR), Raúl Ibañez (34 HR), Chase Utley (31 HR) y Jayson Werth (36 HR) estuvieron con los Phillies de 2009. Entre tanto, los Astros de 2019 contaron con José Altuve (31 HR), Alex Bregman (41 HR), Yuli Gurriel (31 HR) y George Springer (39 HR).

Pero quiero detenerme aquí en este último equipo, el de Houston de 2019, donde uno de los protagonistas fue el cubano Yuli Gurriel. Los 31 cuadrangulares que disparó el actual agente libre que fuera el inicialista de aquel conjunto son por mucho la mayor cantidad lograda en su carrera de siete años en las mayores.

Yuli, sin ser considerado un slugger, es uno de los cuatro protagonistas en la historia de la franquicia de los Astros que conectaron 30 o más bambinazos en una misma contienda. Sin hacer mucho ruido «La Piña» sigue apareciendo en los libros de récords con estadísticas sorprendentes en diferentes renglones del juego.

Realmente Yuli no ha podido ser estable en su rendimiento. Lo mismo conecta un año más de 30 jonrones después de no llegar a 15 una temporada antes ni llegar a 10 en la siguiente, que gana un título de bateo (.319), promediando .232 la campaña previa y .242 en la posterior. Pero se las ha arreglado para dejar huellas en la mejor liga de béisbol del planeta.

Por otro lado, tenemos a un jugador (Yuli) que no pudo desempeñarse regularmente en su posición habitual (3B) desde que debutó en MLB. Pero lo ubicaron en la inicial y mejor no lo pudo hacer, ganó el Premio Guante de Oro en 2021.

Pero esto no es todo, en postemporada Yuli también ha sido sorprendente. En 2017 bateó de 17-9 (.529) en la ALDS y luego entre la ALCS la Serie Mundial (WS) se fue de 52-12 (.231). Disparó 7 hits en 31 veces al bate, para un promedio de .226 en 2018 entre la ALDS y ALCS. En 2019 llegó a la WS y terminó bateando en toda la postemporada de 72-18 (.250).

Entre el juego por el Wild Card, la ALDS y ALCS de 2020 se fue de 44-5 (.114). Pero en 2021 bateó de 61-19 (.311) y en 2022 de 49-17 (.347). Muy pocos imaginaron que después de una tan discreta temporada regular, el veterano inicialista se luciera con el madero en esa instancia. Se tenía que decir: Yuli Gurriel ha dejado huellas en MLB con su rendimiento en temporada regular y play off.

Sin embargo, esa es la tendencia que ha tenido Yuli en las Grandes Ligas. Hace unos meses en una publicación, escribí: «Yuli no ha estado bien esta campaña, pero no duden que batee a sus anchas en la Postemporada»…. y así fue. Incluso un amigo (periodista) me comentó: «Si no bateó en la contienda regular, menos lo hará en los playoffs». Pero de eso nada, Yuli es sorprendente, puede estar apagado un tiempo y de pronto convertirse en el más temible de los bateadores.

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