A PUNTO DEL 30: Yuli Gurriel se metió en racha desde el 1ro de julio

Por Migue Guerra En lo que va de campaña de 2022 en el mejor béisbol del mundo, Yuli Gurriel no ha tenido una de sus mejores temporadas, analizando sus principales números, su rendimiento ofensivo de manera general ha estado por debajo de lo que nos tiene acostumbrados. En 364 turnos al bate, ha conectado 87 hits, entre […]

Por Migue Guerra

En 364 turnos al bate, ha conectado 87 hits, entre estas conexiones se encuentran siete jonrones, además ha impulsado 30 carreras y anotado 37, ha mantenido línea ofensiva .239/.287/.382 (AVG/OBP/SLG).

Sin embargo, un dato aún más doloroso es que la estrella cubana no conecta jonrón desde el primero de julio, para un total de 29 juegos seguidos sin conectar cuadrangular. Su peor racha es de 48, cuando no dio jonrón desde el 15 de abril al 9 de junio del año 2018.

Su último cuadrangular en lo que va de 2022, lo conectó en duelo contra el lanzador derecho de los angelinos, Michael Lorenzen, quien en conteo de una bola y dos strikes, dirigió una sinker a 95.4 millas por hora en dirección al plato. La pelota rechazada por Gurriel tomo una velocidad de salida de 96.2 millas por hora, volando por encima del muro que se encuentra en el jardín izquierdo del Minute Maid Park hasta una distancia de 361 pies.

Pero el Yuli no es el cubano con peor racha negativa en este aspecto, la racha más larga de un bateador cubano en una temporada de MLB sin jonrones, es de Gilberto Torres, con 146 juegos seguidos sin cuadrangulares, desde el 17 de abril hasta el 23 de septiembre de 1945, jugando con Washington. De hecho, Torres no dio cuadrangulares en su carrera de 346 juegos. 

Gilberto Torres también tiene el récord negativo para un cubano de 1271 veces al bate sin jonrón en Grandes Ligas.

Sin embargo, el infielder Orlando «Marty» Martínez es el cubano con más juegos de MLB sin cuadrangulares con 436 (1962-1972).

Por supuesto, esperamos que el Yuli pueda salir de esta racha negativa y mejorar su rendimiento ofensivo al nivel de un campeón de bateo como ya lo es el espirituano.