Bobby Abreu quedó fuera, Salón de la Fama se alejó del venezolano

Por Jesús Pérez Vichot (Chuchi)

El pasado martes 24 de enero MLB Network reveló el resultado de las votaciones para el Salón de la Fama 2023. El antesalista Scott Rolen fue el único que alcanzó al menos el 75% de los votos necesarios para convertirse en un inmortal, justamente el 76.3% (297 votos). Varios jugadores con una trayectoria destacada en Las Mayores se quedaron cortos en esta ocasión, pero me llama poderosamente la atención el bajo porcentaje que recibió Bobby Abreu.

Al venezolano lo tuvieron en cuenta en sus boletas solamente 60 miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA), válido para un bajo 15.4%. Este es el cuarto año que Abreu aparece en las boletas y aunque esta vez superó el porcentaje de votos que alcanzó en los tres años anteriores, cada vez luce más distante la posibilidad de que llegue al menos al 75% de los votos que lo llevaría a Cooperstown. En su primer año de elegibilidad alcanzó el 5.5% (22 votos), en el segundo 8.7% (35 votos) y en el tercero 8.6% (34 votos).

Abreu se mantuvo en las Grandes Ligas desde 1996 hasta 2014 (no jugó en 2013), con seis equipos diferentes. Pero fue con los Phillies que más temporadas jugó con nueve (Angels 4, Yankees 3, Astros 2, Mets 1 y Dodgers 1). «El Como Dulce» fue dos veces All Star (ganó el HR Derby en 2005), ganó un Premio Bate de Plata (2004) y un Guante de Oro (2005). En 1999 lideró la Liga Nacional en triples (11) y en 2002 en dobles (50). El nacido en Maracay el 11 de marzo de 1974 finalizó en el top 20 de los candidatos al Premio Jugador Más Valioso en cuatro ocasiones.

En 2425 desafíos en los que vio acción en su trayectoria ligamayorista, Abreu acumuló 2470 hits, 574 dobles, 59 triples, 288 jonrones, 1363 carreras remolcadas, 1453 anotadas, 400 bases robadas y una línea ofensiva de .291/.395/.475/.870.

La combinación de poder-velocidad que exhibió Abreu durante su carrera fue impresionante. En nueve contiendas registró 20-20 (al menos 20 HR y 20 BR) y en dos de ellas 30-30. En ocho campañas remolcó al menos 100 carreras y en otras ocho anotó 100 o más.

Entre los jugadores que se desempeñaron en ese lapso (1996-2014) en al menos 1400 juegos en el jardín derecho (RF), Abreu posee el segundo mejor WAR (60.2), solamente superado por Ichiro Suzuki (60.3), pero mayor que los alcanzados por Vladimir Guerrero (59.5), el también venezolano Magglio Ordóñez (38.8), Shawn Green (35.0) y Jermaine Dye (20.3). Hay que señalar que Ichiro en sus últimos años bajó su WAR hasta 60.0, por lo que Abreu lo supera de por vida en este apartado.

También exhibe mejor promedio de bateo que tres inmortales del jardín derecho, mejor OBP que trece de ellos (superado por Mel Ott .414, Harry Heilmann .410, Paul Waner .404 y Larry Walker .400). Es decir, tuvo mejor promedio de embasado que Tony Gwynn, Hank Aaron, Roberto Clemente, Vladimir Guerrero, Sam Thompson, Sam Rice, Dave Winfield, Sam Crawford, Willie Keeler, Enos Slaughter, Al Kaline, Reggie Jackson y Harry Hooper). Su SLG también fue mejor que el de otros legendarios RF, supera a cinco y está igualado con otros dos y su OPS es más alto que el de diez de estas estrellas. Defensivamente también fue excelente Abreu, en 1990 desafíos como RF fildeó para promedio de .982 con 130 asistencias.

Después de ver cómo está rankeado Abreu con respecto a los RF que pertenecen al recinto histórico, cuesta muchísimo creer que solamente haya recibido más del 10% de los votos en su cuarto año de elegibilidad (2023). Que la gran mayoría de los miembros de la BBWAA sean del criterio que el venezolano no es digno de estar en el Salón de la Fama de Cooperstown, se respeta, pero no necesariamente hay que coincidir siempre con ellos. En este caso me quedo con los que marcaron el nombre de Bobby Abreu, sí, ese 15.4%.

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