Alejandro Varela
La cálida noche del martes en Erie, Pennsylvania, atestiguó la vez al bate número 200 del cubano César Prieto en el béisbol profesional. Se lee rápido y quizás así pueda verse el recorrido del talentoso prospecto de 23 años hasta el momento. Como un flashazo, pero también como una carrera en la que cada cierto tramo ha ajustado la velocidad.
Los Bowie Baysox, donde milita el cienfueguero desde su ascenso a Doble A en el sistema de granjas de los Orioles de Baltimore, cayeron por paliza de 0-11 en su primera presentación como visitantes ante los SeaWolves, sucursal de los Detroit Tigers. En su segunda comparecencia en el cajón de bateo, Prieto largó el único sencillo que se anotó en cuatro turnos, suficiente para dejar su promedio de bateo en .305 tras completar 49 juegos entre Clase A+ y su actual categoría.
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Todo comenzó en abril cuando fue asignado a los Aberdeen Ironbirds y literalmente descosió la pelota durante sus 25 choques vistiendo esa chamarreta. El cubano bateó para .340 de average (97-33), con seis dobles y siete jonrones como extrabases, además de 20 carreras impulsadas y 13 anotadas, contribuyendo sobremanera a la excelente actuación de su equipo en la South Atlantic League.
Esa actuación le valió para recibir importantes reconocimientos en apenas un mes de experiencia profesional. Primeramente ganó el premio al Mejor Jugador de la Semana del 18 al 24 de abril en su liga y más tarde lo seleccionaron como el Mejor Jugador del Mes de Abril dentro del sistema de Ligas Menores de la organización de Baltimore, donde se incluyen todas las divisiones.
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No pasó un día desde esta última distinción para que la gerencia del club de Maryland lo ascendiera de grado. El 24 de mayo inició otro capítulo en la historia de César, ahora como parte de los sotaneros Baysox en la Eastern League Southwest, un equipo con una realidad diferente a la que dejó en Aberdeen.
Como era de esperarse, su fenomenal desempeño ofensivo disminuyó al enfrentar un pitcheo de mayor calidad. Sin embargo, con los ajustes necesarios ha sabido mantenerse en la parte alta del line-up de su actual conjunto y hasta este 22 de junio suma 24 encuentros con el traje de Bowie, en los que exhibe una línea de .272/.312/.350, a razón de 28 hits en 103 turnos, con cinco dobletes, un vuelacerca y seis impulsadas.
El cambio más grande en relación a su paso por Clase A+ puede apreciarse en su producción de largo alcance, pues tiene mucho menos homeruns y remolcadas; pero mejoró notablemente su tacto con solo 12 ponches, por los 16 que se tomó con los Ironbirds en 97 veces al bate.
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En sentido general, además de sus .305 de average (200-61) en ambas categorías, el habilidoso jugador sureño acumula .312 de OBP y .350 de Slugging. Asimismo, ha ligado 19 extrabases (11 tubeyes y 8 cuadrangulares), con 26 RBIs y 9 boletos negociados.
A la defensa tampoco ha decepcionado, e incluso se ha mostrado más sólido de lo que algunos esperaron. No solo llamó la atención que lo hicieran debutar en tercera base sin ninguna experiencia previa en sus más de 2400 innings en Cuba entre las paradas cortas y la intermedia, sino que la ha jugado muy bien.
Guante en mano, César Prieto apenas ha pifiado cinco veces en poco más de 350 entradas. De esos errores, cometió dos en segunda (170.2 innings) y otro par en la antesala (94.1), mientras como torpedero (85.1) solo falló una vez, aunque es la posición que menos ha defendido, toda vez que únicamente la jugó en Clase A+.
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Dentro de dos jornadas, se cumplirá el primer mes del cubano en Doble A y cabe preguntarse si más temprano que tarde será ascendido nuevamente de categoría, aunque AAA ya suena a palabras mayores en tan poco tiempo. Sin embargo, la temporada apenas llega a su ecuador y no sería una sorpresa que sucediera en algún momento. Calidad y talento ha demostrado que tiene para el reto.