Por José Alejandro Rodríguez Zas
El inicialista Yasiel Santoya tiene 17 años de experiencia en la Serie Nacional de Beisbol. Nacido en Cabaiguán, provincia de Sancti Spíritus, el 24 de enero de 1987, hace ya 34 años, debutó con los Gallos espirituanos en la Serie 44 y durante siete campaña vistió los colores de su terruño.
Con el uniforme de Sancti Spíritus, solo mostró destellos de su talento, pues apenas pudo jugar muy poco, manteniéndose siempre a la sombra del inicialista titular Yunier Mendoza y actuando como reemplazo en otras posiciones. Un average de .251 (506-127) con 10 dobles, nueve triples, 11 jonrones, 73 carreras impulsadas y 97 anotadas, fueron sus principales números en 275 partidos con los Gallos, incluyendo seis postemporadas.
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«Pude jugar más, las oportunidades fueron pocas, pero traté de aprovecharlas al máximo. Es difícil salir de emergente en situaciones complejas, estar sentado ocho innings y hacerlo bien…; pienso que lo hice bien», confesó Santoya al Periódico Escambray en 2012.
«(Mendoza) es un excelente pelotero, un gran bateador, eso me restó mucha posibilidad, realmente la suerte me puso en un equipo de grandes peloteros; pero pienso que, como yo, otros podían haber tenido más oportunidades, recuerda que son 90 juegos», agregó.
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Luego, en 2011, Víctor Mesa lo llevó al equipo de los Cocodrilos de Matanzas, conjunto en el cual se ganó la titularidad y ha sido uno de los mejores bateadores en la última década, baluarte en los resultados de la provincia en la Serie Nacional.
«Vi que en Sancti Spíritus no tenía posibilidades, las fuerzas se me acabaron; salí a buscar una alternativa para seguir jugando, y me vino Matanzas (…) Siempre supe que el reto era grande, el pueblo lo esperaba, incluso el matancero ya me veía como uno de ellos», comentó Santoya en aquel ya lejano 2012.
Justo en la Serie 51, en la de su debut con los Cocodrilos, el destino quiso que su nuevo conjunto se enfrentara en la postemporada contra los Gallos espirituanos y, precisamente, uno de los batazos de Santoya en el séptimo juego del playoff de cuartos de final sentenció la suerte de los yayaberos en aquel campeonato.
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«Disfruté mucho porque le estaba pegando bien a la bola, pero no había conectado muchos hits… Ganar ese juego significó mucho, estábamos viviendo algo que no habíamos vivido y porque era contra Sancti Spíritus. ¡Uffff!, me alegró y me dolió, me puse a pensar: ¡coñ*, Sancti Spíritus!; pero soy matancero, ¿qué iba a hacer?», expresó el espigado inicialista.
«Soy espirituano de pura cepa, nací y me crie en Cabaiguán. Tengo una fanaticada allí que siguió mi labor en Matanzas y me recibió bien al regreso, ahí está mi familia (…) También tengo mis seguidores, por tanto soy Gallo y Cocodrilo a la misma vez», puntualizó Santoya.
Sobre su permanencia en el equipo de los Cocodrilos o su posible retorno a los Gallos, el yayabero-matancero explicó:
«La carta (para jugar con Matanzas) es definitiva. Jugué y tuve resultados, era lo que quería, no se puede cambiar una cosa de hoy para mañana, hay que ver qué pasa de aquí a unos años».
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Sin embargo, la vida da muchas vueltas… Luego de 10 campañas con Matanzas, en las cuales disparó 75 jonrones e impulsó 523 carreras, ocupando el podio en varias ocasiones y coronándose campeón de la Serie 59, ahora Santoya disputará la edición 61 de la pelota cubana con otro equipo: Industriales.
En una reciente entrevista al periodista Evyan Guerra, Santoya explicó los motivos por los cuales decidió cambiar de equipo y envió un mensaje a los seguidores de los Cocodrilos sobre su nueva camiseta y el amor que le profesa a los matanceros.
«Mi respeto para la afición matancera. Me siento muy agradecido por el amor que me dieron y que me dan, pues todavía me llaman para darme sus buenas vibras. Les digo que me sigan todavía, que yo son industrialista hoy pero mi corazón está ahí también en Matanzas», dijo el veterano inicialista de 34 años.
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Entonces, la pregunta que se impone: ¿Hoy en día, se siente Santoya un Gallo, un Cocodrilo o un León? Deje usted sus comentarios, ya sabe dónde.