No existe sensación más placentera en el béisbol que conectar un cuadrangular, pero si lo haces frente a tu público por primera vez, entonces los niveles de adrenalina se disparan.
José Abreu estaba en deuda con su afición y lo sabía. Muchas expectativas había tras su llegada a Houston y todavía no había podido regalarle un cuadrangular en casa.
Mucho demoró en dar el primero, pero luego han llegado los otros y ya suman cuatro, pero éste fue especial, pues los tres anteriores habían sido siempre en la carretera.
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Es el momento del cubano, ante la ausencia de Yordan Álvarez era su deber ponerse los galones y así lo hizo.
Luego de inaugurar la pizarra en la misma primera entrada con su décimo doblete del año y remolcar par de carreras; tres entradas más tarde, se volvió a hacer sentir en el marcador.
En conteo de dos bolas y un strike, Abreu volvió a castigar un slider, esta a 86 millas y con un poderoso swing que impactó la pelota a 109.6 MPH, puso la esférica por encima de la alta cerca del jardín izquierdo, a una distancia estimada de 417 pies.
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Para el cienfueguero fue el 247 de su carrera y ahora está a tres jonrones del cuarto de millar y a cuatro remolcadas de las 900, llegando a 33 en lo que va de año y a 10 en los últimos nueve desafíos.
El cubano dejó su línea ofensiva en .231/.287/.319/.606 (AVE/OBP/SLG/OPS), con 58 hits en 251 turnos de 66 juegos jugados.
Sin más, disfruten del batazo:
