Por José Alejandro Rodríguez Zas
El joven receptor espirituano Loidel Rodríguez, fue el tercer pelotero en abandonar al equipo Cuba de beisbol que participó en el Mundial Sub 23 celebrado en el estado de Sonora, México, en 2021. Previo al debut de la selección nacional contra Taipei de China, Loidel escapó del hotel donde se encontraba alojado el conjunto, bajo el mando de Eriel Sánchez, tirándose del segundo piso, por una palma, como él mismo confesara.
Luego de ingresar a los Estados Unidos, el prospecto cubano de 22 años, ofreció una entrevista televisiva, en exclusiva, para AmericaTevé, junto a su representante Carlos Pérez, en la cual contó muchos detalles de su escape de la delegación cubana, su llegada a Estados Unidos, sus proyecciones futuras y opiniones personales sobre distintos temas relacionados.
Loidel dejó claro, desde el comienzo de la entrevista con el periodista Juan Manuel Cao, que su decisión estuvo motivada por el sueño de todo pelotero de jugar en la MLB y que trataría de dar lo mejor de él para lograrlo y confesó además:
«No quise hacer la fuga por delante de mis compañeros para no faltarles el respeto, por eso fue que decidí lanzarme desde un segundo piso, por una cuestión de moral, que los iba a dejar y no quería que ellos me vieran dejarlo ahí solos.»
El pelotero enfatizó en que nadie lo contactó ni lo incitó para que escapara del equipo, sino que lo hizo por su propia decisión y voluntad.
«Fue una decisión muy propia. Después que estaba acá (en Estados Unidos) fue que contacté al agente Carlos Pérez. En ningún momento él tuvo conversaciones conmigo ni me incitó a nada. Esa decisión fue mía para jugar en las Grandes Ligas y probarme en un mejor beisbol. Por eso estoy acá, persiguiendo un sueño», explicó el receptor espirituano, destacando la calidad que tiene el beisbol que se juega en la MLB, muy por encima de la Serie Nacional cubana.
El agente del atleta explicó cómo fue que este lo contactó y le pidió que lo ayudara, pero sin saber que ya Loidel se encontraba en los Estados Unidos.
«Entré como lo hacen todas las personas. Me entregué en la frontera y estuve nueve días allí, hasta que salí, Gracias a Dios», aclaró el prospecto, quien pudo cruzar relativamente fácil y rápido el límite norte del territorio mexicano con el estadounidense, en aquel entonces.
Cuestionado sobre la vigilancia sobre los peloteros en el Mundial Sub 23 y otras cuestiones internas de la delegación cubana, como el hecho de que le retiran los pasaportes, Loidel respondió que «lo del pasaporte es cierto, llegando al aeropuerto de la Ciudad de México, nos lo quitaron, pero lo de la vigilancia no, ahí no había vigilancia, nada más estaba el cuerpo técnico y los atletas».
El pelotero confirmó que cruzó la frontera solamente son su carnet de identidad cubano y precisó que no los dejaban salir del hotel en ningún momento y que solo podían moverse dentro de los límites del mismo.
Loidel reiteró que él había pensado su escape desde que estaba en Cuba y que justo antes de la salida del bus hacia el terreno de juego, siendo él la ultima persona en bajar de la habitación, pero decidió lanzarse desde el segundo piso de las instalaciones por una palma.
El pelotero recalcó además que en ningún momento los atletas que salen del país pretenden ridiculizar al beisbol cubano ni nada por el estilo, simplemente «buscamos un sueño, jugar en Grandes Ligas, en el mejor beisbol del mundo, eso es lo que estamos persiguiendo».
Para lograr este objetivo, Loidel dejó en Cuba a su mamá, a su papá, a su esposa, a sus dos hermanos, a toda su familia en general, a quien no podrá ver, quizás, en ocho largos años, como dictan las leyes actuales del gobierno cubano, dueños del país y del pensar de su gente.
«Esta decisión la tomamos todos sabiendo eso, que estaríamos ocho años sin ir a Cuba a ver a la familia. Cuando abandonamos el equipo, todo ya estábamos pensando en eso», dijo Loidel, al tiempo que valoraba de injusta esa medida de las autoridades cubanas.
Al finalizar el diálogo, le cuestionaron al atleta si le parecía correcto que la Federación Cubana de Beisbol mantuviera su postura de cobrar un por ciento del dinero por el cual contraten a un pelotero cubano en Grandes Ligas, en caso de que existiera un acuerdo con MLB para este fin.
«No me parece justo eso, porque si nosotros llegamos a Grandes Ligas es por nuestros propios esfuerzos y méritos. No se bien como funciona eso, pero no me parece justo», concluyó.