Por Migue Guerra
La amistad es un tesoro que tiene cada vez más relevancia en lo tiempos que corren. La hermandad que transciende con el paso de los años, es sin duda, una de las más grandes fortunas que puede tener un ser humano.
Para dicha de todos los fanáticos del béisbol, hemos sido testigos de grandes amistades dentro y fuera de los terrenos de béisbol, que han matizado alegremente nuestro disfrute del deporte de las bolas y los strikes, porque ciertamente el alcance del béisbol va más allá de lanzar la bola y pegarle con un bate lo más lejos posible.
El béisbol en si es tan maravilloso que al pasar de los años conservamos exclusivamente momentos y anécdotas que no envejecen con el tiempo, experiencias vividas que nos marcan permanentemente, pues es imposible olvidar aquel día mágico en las gradas del estadio cuando supersónicamente pasó la pelota por encima de nuestra humanidad al ser impacta con la fuerza del swing de Alfredo Despaigne o de Yulieski Gurriel y convirtiéndose inmediatamente en un magnífico jonrón.
También te puede interesar: «Colchón, microwave y casa, PERO…» CONFESÓ pelotero de Industriales sobre ESTÍMULOS en Serie Nacional
Porque en esos momentos no solo disfrutamos el juego que tanto nos apasiona, también conocimos nuestro segundo o tercer amor, que aunque no fue el primero, para nosotros fue el más especial. Como no mencionar esa peculiar reunión con nuestros amigos de toda la vida, los del barrio, los de la primaria, los que están lejos pero siempre están, porque el estadio de pelota era un templo para el disfrute con nuestros hermanos de siempre.
Mi estimado lector, con esta pequeña reflexión seguro usted se ha sentido identificado, porque estamos seguros de que el béisbol es mucho más que un deporte, es algo que se impregna en nuestros sentimientos y nos hace vivir de una forma diferente.
Así como nosotros sentimos el béisbol, también lo sienten y lo viven los protagonistas de este artículo. Pues el día de hoy compartimos especialmente con ustedes uno de los momentos más simpáticos y agradables que vivimos en nuestro espacio estelar nocturno. Hablamos del día que el Show de Swing Completo se vistió de gala con la presencia de José Ariel Contreras y Pedro Luis Lazo.
También te puede interesar: HABLÓ Lazo de pelotazo INTENCIONAL: «Lo retiré del béisbol, no jugó más, bien merecido»
Donde entre tantas anécdotas y momentos extraordinarios que vivieron estas grandes figuras del béisbol cubano, mencionaron de una forma jocosa algunas experiencias vividas con cajas de tabacos cubanas y pelotas de béisbol.
Si, porque antes de ser personalidades de renombre de nuestro pasatiempo nacional, son seres humanos y grandes amigos, con virtudes y defectos, con buenos sentimientos y distintas personalidades, con dificultades que enfrentar y afables momentos que vivir para compartir con todos nosotros, como si lo hiciera ese amigo de barrio con el que siempre cuentas en los momentos más complicados.
Esperamos que ustedes también reciban de forma divertida, las experiencias aquí compartidas, sin interponer tabúes y juicios fuera de lugar. Sin más dilatación, les traemos estas cómicas historias de la mano de sus protagonistas.
Lazo tú que fumas tabaco. ¿Cómo hacías para no fumar cuando se llevaban las cajas de tabaco para “afuera”?
«Las cajas eran para vender, lo que llevábamos para nosotros eran los mazos de 25, los de bodega».
También te puede interesar: «Prepárate que tú eres el center field del CLÁSICO», la increíble PREDICCIÓN del padre de grandesligas cubano
«Fíjate como nosotros le metíamos al tabaco, que como teníamos bastantes a veces tú lo dejabas por la mitad y cogías otro. Los poníamos en unos huequitos para cuando se acabara coger un palillo, ponérselo a la punta del tabaco y prenderlo, fíjate como estábamos nosotros, que tiempos aquellos».
A propósito de la pregunta, Contreras replicó:
«Al otro día teníamos los labios quemados jajaja. Pero no abríamos ni una caja. La otra vez dije que yo las sacaba, pero a mi me daba pena venderlas».
«Nosotros llevábamos ocho porrones de “Ronda”, comprábamos una Coca Cola y lo ligábamos. La gente nos decía oye tienen whiskey pinareño por allá jajaja».
«En la Olimpiada del 96 habían cajas y cajas de pelotas para la práctica y cuando llegaba el equipo Cuba estaban los cajones vacíos, las metíamos en los maletines y las volvíamos a poner jajaja».
«Yo me acostaba a las tres de la mañana firmando pelotas con banderita y todo. Lazo vendía las pelotas en el bullpen, se iba para allá y le decían: “oye tú no vas a pichar hoy” y el respondía: “no, yo voy para allá, tranquilo”».
En el siguiente video podrás disfrutar del show completo con José Ariel Contreras y Pedro Luis Lazo:
También te puede interesar: «Se pasó de tragos y tuvimos un altercado, CONFESÓ pelotero de Industriales ENCONTRONAZO con jugador santiaguero