Por Swing Completo/contacts@swingcompleto.com
La compleja situación económica que vive Cuba en estos momentos se hace presente también en la atención a los deportistas, en este caso a los jugadores del equipo de baloncesto de Villa Clara, bicampeón nacional, quienes estuvieron más de cuatro meses sin estabilidad de alojamiento o alimentación, al nivel que requiere un equipo de atletas de alto rendimiento que interviene en uno de los principales certámenes de la isla.
Según un trabajo publicado por Lázaro Ernesto Arias en la televisora provincial Telecubanacán, el equipo, que comenzó con dos victorias en cuatro presentaciones, se veía desanimado en la cancha, debido principalmente al bajo nivel de atención recibida.
El periodista, con mucho valor y ética, reconoció que los jugadores del equipo “tragaban en seco” con las incontables veces que se pospuso el inicio de la Liga Superior de Baloncesto “…cuando nadie les daba la cara o mal cumplían lo prometido.”
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Al entrevistar a Xiomara Risquet, comisionada provincial de baloncesto en Villa Clara, ésta reconoció que el equipo “se siente un poco decepcionado, un poco incómodo por el trato que se le ha dado aquí en la provincia,” al tiempo que explicó que “esta es la situación que tiene el país, y sobre este sentido hay que ser un poco flexibles.”
Luego agregó:
“También tenemos situaciones, y en este minuto el Inder no tiene el presupuesto para poder solventar las situaciones que tiene el deporte.”
Posteriormente, explicó que ese día habían tenido una reunión con los principales dirigentes del Inder, en busca de una solución al tema. Y que “por lo menos se les va a mejorar la situación en el hospedaje.”
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Por su parte, Andy Bofill, uno de los puntales del equipo, dijo que justo el día del reportaje “… fue que se resolvió el problema del hospedaje y de la comida,” y que espera que siga así “para que el equipo al final esté del (lugar) uno al cuatro, y sea mejor, para el bien de la provincia y para el bien de todos.”
Luego refirió que no tenían las mejores condiciones: “… muy malas. Pero bueno, esperemos que estos tres que estamos aquí, o estos cuatro meses, que todo se arregle.”
El periodista expresó que la LSB había estado pospuesta dos veces antes de que se atrasara su inicio una vez más “por problemas con el presupuesto.”
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Otro entrevistado resultó ser Leonardo Maravilla Pérez, Comisionado Provincial de la disciplina , quien declaró que el baloncesto “es uno de los principales espectáculos deportivos que tiene el país, y gracias a eso fue que no se suspendió.”
Agregó que el basket tiene muchos seguidores y que luego de dos años sin campeonatos nacionales por causa de la COVID19, “todo el mundo estaba ansioso por ver baloncesto nacional.”
El periodista también hizo referencia a las tres ausencias que tiene el conjunto, con la salida de Yoel Cubillas (2,08 metros) y Sergio Machado (2,07) por compromisos en el extranjero, una de las tónicas actuales del deporte cubano, que ha buscado estas fórmulas para que los atletas mejoren su calidad de vida.
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Es necesario recalcar la importancia que un reportaje de este tipo revierte para el desarrollo del deporte cubano. Sin poner paños tibios, Lázaro Ernesto Arias Yusta se remitió a buscar criterios e información por parte de todas las partes implicadas y/o afectadas, lo cual es sin dudas necesario e imprescindible para mostrar los problemas existentes en el país, pues su debida identificación y crítica es el primer paso hacia su solución.
El baloncesto cubano tuvo su momento de esplendor en los Juegos Olímpicos de Munich 1972, cuando lograron la proeza de hacerse con el metal bronceado, de la mano de Pedro Chappé, Ruperto Herrera, Tomás Herrera, Alejandro Urgellés y muchos otros. Sin contar nunca con jugadores tan altos como los que sí tenían otros países desarrollados de Europa o el mismo Estados Unidos, dieron en aquel momento una excelente demostración, que todavía es recordada por los amantes de este deporte que la vivieron.
En los años 90, la Liga Superior de Baloncesto, era todo un espectáculo que llenaba los coliseos de todo el país, con la presencia en aquel entonces de cuatro equipos (Occidentales, Capitalinos, Centrales y Orientales), donde destacaban los hermanos Roberto Carlos y Ruperto “El Junior” Herrera, Juan Leopoldo “El Helicóptero” Vázquez, Leonardo “Maravilla” Pérez, Lázaro “El Toro” Borrell, Ángel Oscar “El Ninja” Caballero, entre muchos otros que recibieron los apodos más creativos en la historia del deporte cubano, casi todos de la voz del gran narrador y comentarista deportivo René Navarro.
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Pero la mayoría de estos grandes jugadores, que sí tuvieron actuaciones excelentes en citas Centroamericanas y Caribeñas, abandonó el país y el basket cubano fue cayendo en picado.