Quien estaba siguiendo el tercer partido entre Miami Marlins y New York Yankees y llegó a la novena entrada, realmente le daba pocas esperanzas a que algo interesante podía pasar. Con una ventaja de 7×3 y con el cerrador Clay Holmes en la lomita, Yuli Gurriel tenía la única misión de embasarse en busca de la épica.
El cubano había tenido una jornada pobre a la ofensiva. Tres turnos al bate y todos fallidos fue el resultado de su actuación los ocho primeros innings. Pero nunca es tarde si la dicha llega y ese era el momento de reivindicarse.
Holmes trabajó a Yuli Gurriel combinando la sinker de 94 millas con el sweeper y la slider de 83 y 86 MPH respectivamente. Ya en conteo de dos strikes y una bola y tras haber dado par de fouls, el cerrador de los Yankees decidió aplicar la máxima velocidad.
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Otra sinker, pero esta a 97.4 MPH en zona baja fue la elección del relevista y la verdad no fue una mala, pero Gurriel se preparó muy bien para el envío y tras un swing veloz, impactó la pelota a 103.5 millas por hora que se llevó en claro al jardinero central.
El batazo fue bien colocado, entre left y center a unos 387 pies y aunque jugaron bien al rebote fue imposible poner out en segunda al cubano.
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El doblete 14 de la temporada de Yuli fue la chispa que prendió la mecha y los Marlins no pararon hasta darle la vuelta a la pizarra y dejar al campo a sus rivales, pero esa es otra historia.
Yuli Gurriel dejó su línea de bateo en .266/.324/.383/.707 (AVE/OBP/SLG/OPS). Llegó a 66 imparables, 20 de ellos extrabases y además anotó la 27 de la temporada.
Sin más, disfruten del batazo…
