Por José Alejandro Rodríguez Zas
Este domingo 23 de enero se escuchará la voz de ¡Play Ball! en el estadio Mártires de Barbados de Bayamo y se correrán las cortinas imaginarias de la edición 61 de la Serie Nacional de Beisbol, con el duelo inaugural entre los actuales monarcas del patio, los Alazanes de Granma y los subcampeones de Cuba, los Cocodrilos de Matanzas. Dos días después, el martes 25, saldrán a los terrenos de juego los restantes 14 equipos que intervienen en la lid, en busca de cumplir el objetivo, desde el primer partido, de clasificar a la postemporada y luchar por el título nacional.
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Uno de los equipos favoritos para llegar a los playoff y disputarle a Granma el sitial de honor es el conjunto de los Gallos de Sancti Spíritus quienes, luego de comandar la fase regular de la Serie 60, fueron barridos por los Vegueros de Pinar del Río en los cuartos de final, para concluir finalmente en el quinto puesto de la Tabla de Posiciones.
Dirigidos por segundo año consecutivo por Eriel Sánchez, mánager también del equipo Cuba Sub23 que quedó cuarto en el mundial de la categoría en México y bronce en los I Juegos Panamericanos de Cali-Valle, los Gallos tratarán de superar la actuación de la Serie 60, para lo cual cuentan en sus filas con hombres de la talla de Frederich Cepeda y Yunier Mendoza, llamados a liderar una ofensiva con algunas bajas importantes como Geisel Cepeda, Loidel Rodríguez y Dismany Palacio, quienes abandonaron el elenco nacional en tierras aztecas, junto al serpentinero Luis Danys Morales, al tiempo que Yamichel Pérez, as de la rotación de abridores, decidió jugar por Matanzas.
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En una reciente entrevista ofrecida a la periodista Elsa Ramos para el sitio web del Periódico Escambray, medio de prensa espirituano, Eriel reconoció que las bajas de esos peloteros representan un situación sensible para el equipo, pero que se han preparado para enfrentar la Serie 61 y suplir las ausencias, en aras de lograr el resultado que espera la aficiona de la provincia.
«No es secreto que tuvimos en cuenta las bajas y buscamos a quienes fueran más compatibles y funcionales dentro del equipo para cubrir los agujeros que nos dejaron. Uno es Yamichel Pérez, un lanzador que rotaba cada cinco o siete días, caminaba de seis a siete entradas y ganaba juegos. El otro, Geisel Cepeda, establecido en una posición y quien se convirtió en uno de los mejores talentos del país, no solo cubriendo el center field, sino como bateador para tapar a Frederich Cepeda. Hay que trabajar para que los agujeros sean menos dañinos», expresó Eriel, quien piensa en jugadores como Alberto Rodríguez, Alejandro Escobar y hasta en Rodolexis Moreno para cubrir las vacantes en los jardines, mientras que el retorno de Roberto Hernández de una lesión y el paso de Yankiel Mauris de relevista a abridor, tratarán de suplir la ausencia de Yamichel.
Otras cartas importantes en el pitcheo abridor de los Gallos serán lo casos de Yoen Socarraz y José Eduardo Santos, quienes se incorporarán al equipo después de los compromisos contractuales que tienen en el extranjero.
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En la citada entrevista, Eriel habló sobre el caso de Pedro Álvarez, quien jugará con Industriales en los adelante dentro de la Serie Nacional, luego de varios meses de gestiones para obtener su liberación. Al respecto, el exreceptor de equipos Cuba aclaró lo ocurrido con el joven serpentinero derecho, quien al decir de Eriel, si bien era «un pilar» del pitcheo espirituano, no estuvo «nunca establecido como abridor, relevista o cerrador», por lo que buscarían a otro lanzador del staff que cumpliera dicha función.
«Roces y problemas, como se comenta, no existieron con nadie, como en las familias, existen situaciones, pero ninguna es de las que provoquen la salida de algunos. La más connotada fue la de Pedro Álvarez, pero puedo decir que en uno de los momentos más difíciles de mi vida, la pérdida de mi mamá, fue uno de los tres o cuatro atletas que fueron a mi casa a darme las condolencias y esas son cosas grandes y por eso hago público que no existe ningún problema, su decisión de no jugar por aquí o conmigo son cuestiones profesionales, típicas del béisbol, no guardo rencor, fuera del terreno soy más que amigo, hermano y hasta como padre, porque soy humano y quiero el bien para todos», expresó Eriel.
Sobre este un tema, el propio pelotero, Pedro Álvarez, había sido muy claro en su momento, al expresar: «Decidí no jugar más por diferencias con la dirección del equipo de Sancti Spíritus». Sin comentarios…
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Este asunto con el joven lanzador y otros que, según ha trascendido, han ocurrido en el interior del conjunto, debido en parte al carácter de Eriel, quizás haya motivado al director de los Gallos a realizar algunos cambios para la campaña que está por comenzar, su segunda como director de Sancti Spíritus.
«Mi temperamento es así: de luchar, guapear y hacer lo que tenga que hacer para ganar, pero sí, (vendré este año) con más experiencia, pensando un poco más, más familiarizado con los atletas, buscando más química para poder aglutinar. Los eventos internacionales me sirvieron de mucho porque jugamos bajo presiones internas y externas y hay que sacar un extra (…) Siempre hay cambios, pero pocos, como lo de meterme en el juego como si estuviera jugando, la madurez para afrontar los problemas internos y resolverlos de la mejor forma. Ahora contamos con una reserva en la que todos los jugadores serán elegibles y, sin que sea un castigo, valoraremos quién se entrega mejor y serán los que estén en nómina y los que en un momento no quieran insertarse en el grupo van a la reserva a mejorar», agregó.
El manager de los Gallos comentó a la periodista Elsa Ramos que no le preocupa la inexperiencia de muchos jugadores del plantel, pues podía suplirla con la veteranía de otros jugadores clave como Cepeda, Mendoza, Socarraz, Mauris, Yoandy Baguet, entre otros.
«Buscamos una dinámica donde se ayuden los unos a los otros. Me preocupa, como siempre digo, que nuestro mayor contrario seamos nosotros mismos. Hay que tratar de que jueguen para ganar, que demuestren en el terreno que tienen deseos de hacerlo y salgan sin reservas», precisó el timonel de los yayaberos, al tiempo que consideraba que la velocidad en la función de la ofensiva, con una mezcla en el line up de bateadores rápidos con otros de contacto y remolcadores, puede ser la clave del éxito del conjunto, mientras que su principal hándicap sería la defensa, sobre todo en ala izquierda del infield, la cual le costó derrotas en la Serie 60.
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Eriel reiteró el compromiso del equipo de clasificar a la postemporada y luchar por el título de Cuba pues equipo tienen para ello, a pesar de las dificultades.
«Teniendo el equipo que tengo, representando el grupo que represente, siempre voy por lo más grande, no digo que voy a ser primero, segundo o tercero, nunca voy a competir por un octavo, hay que competir por lo más grande», concluyó el mánager yayabero.
El martes 25 de enero, los Gallos arrancarán la Serie 61 recibiendo en sus predios del José Antonio Huelga a los Toros de Camagüey, en una muy interesante subserie de bienvenida al certamen.
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