Por Migue Guerra
En la noche del 18 de junio pasado, “El Show de Swing Completo”, espacio estelar de nuestro canal de YouTube, contó con la presencia del lanzador de Industriales Maykel Taylor, quien luego de salir de Cuba en el año 2015, regresó al equipo Azul en la postemporada de la Serie 60, enfrentándose a Granma en el playoff de cuartos de final.
Taylor, quien debutó en la Serie Nacional en la temporada 2012-2013 y lanzó en tres campañas consecutivas con Industriales, principalmente como abridor, tiene un rosario de historias que contar sobre su carrera dentro y fuera de Cuba, las cuales son, quizás, mucho más interesantes incluso que su propio accionar dentro del terreno de beisbol, al menos en los clásicos dómesticos.
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Una de las historias que contó Taylor en el programa, la cual llamó mucho la atención de los seguidores del espacio, fue la relacionada con su etapa final en el equipo de Industriales y la odisea que vivió en la Serie 54 (2014-2015), según cuenta el atleta, por diferencias con la dirección del conjunto, en aquel entonces encabezada por el ex antesalista capitalino Lázaro Vargas.
«Ese año fue cuando ocurrió el incidente con (Alberto) Bicet, (lanzador de Santiago de Cuba), que fue la última temporada que yo jugué en Cuba antes de mi regreso», expresó Taylor en el programa. «Debido a ese incidente, a los dos días, a mí me dieron la baja del equipo de Industriales junto con Daniel Monterrey, otro que estuvo inmerso en el problema con Bicet», agregó el pelotero.
Según contó Taylor en el espacio, la situación con el experimentado lanzador indómito no tuvo mayor trascendencia en el plano personal, pues todos se disculparon entre sí y las cosas quedaron en el pasado.
«Actualmente nos llevamos bien. Lo volví a ver hace un tiempo en Colombia y todo bien. Hemos compartido después de eso porque todo quedó aclarado».
No obstante, en el plano deportivo, ese asunto terminó por causarle baja del equipo Azul en dicha temporada, algo que ya Taylor venía solicitando desde hacía algún tiempo.
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«Antes de ese problema, ya yo me había ido del equipo, yo había pedido la baja», aclaró el lanzador capitalino. «Yo no quería jugar más porque pasaron cosas ese año. Yo era el primer pitcher para el Sub23, ahí no gano ningún juego, pero tuve salidas buenas y muchas de ellas no se perdieron por mí. Yo dejaba el juego empatado y luego el equipo perdía».
«En una ocasión, llegué a la Habana y sancionan a cuatro pitchers: Pavel Pino, Héctor Ponce, Eddy Abel y a mí, porque un día nosotros salimos y se nos fue la guagua en Cienfuegos para el Hotel Pasacaballos, que está lejísimo del pueblo y para allá nada más iba una guagua a las diez de la noche, si se te iba esa guagua ya tenías que esperar a las seis de la mañana o pagar un carro treinta dólares en aquel tiempo, dinero que no había», explicó el serpentinero.
«Llegamos tarde, explicamos la situación, pero se regó la bola que nosotros nos íbamos del país, apoteósico fue eso. A mi, a Pino y a Eddy nos mandaron para la Antillana. Luego, cuando van a hacer el roster para el equipo yo voy donde está el director y le dije que yo había tenido un año malo, que si no estaba en su idea para formar el equipo que me liberaran porque La Isla me había llamado personalmente para jugar con ellos».
«El director (Lázaro Vargas) me dijo que yo no iba a empezar en el equipo principal pero que sí estaría en la reserva para en cualquier momento subir. Pero, el día que dijeron los 15 lanzadores del equipo y los cinco de reserva, yo no estaba por todo eso. Recuerdo que en esa preselección habían 21 pitchers, es decir, el único que no hizo equipo ni reserva fui yo», explicó Taylor.
«En eso viene el director de La Isla y me dice que tenía que portarme bien porque no me iban a dar la carta. Voy nuevamente con el director y lo que me hizo creer fue que no estaba en el equipo porque me porté mal, por así decirlo. Eso me molestó mucho, porque iba a estar suspendido un año en mi casa, sin cobrar, sin nada, pudiendo haber estado en La Isla lanzando y desarrollándome, eso me chocó», agregó el lanzador.
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«Y ahí comenzó la odisea, pues estuve de un lado a otro buscando la carta para no seguir jugando con Industriales. En eso me subieron al equipo principal, pero en la primera subserie me ponen a dormir en un cuarto donde había cuatro peloteros en total y eso me molestó mucho, hasta que decidí irme del equipo. Eso no sé si estuvo bien o mal, pero ya eso pasó, fue lo que decidí», precisó Taylor.
«Después de eso, volví a pedir mi carta de liberación pues ya no quería seguir jugando con Industriales con esa dirección. Estuve corriendo de un lado al otro buscando la carta y ya cuando me la habían aprobado, Víctor Mesa me contactó para que fuera a jugar con Matanzas, pero apenas se enteraron las autoridades del beisbol en La Habana me dijeron que no, que para matanzas no me autorizaban», explicó el pitcher capitalino.
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“Luego de todo ese asunto, me volvieron subir al equipo y fue que ocurrió el incidente con Bicet y ahí sí me dieron la baja. Al año siguiente tuve una excelente Serie Provincial con Playa, quedamos incluso campeones y el nuevo director de Industriales, Javier Méndez, me dijo que contaban conmigo para esa Serie, pero ya yo tenía mis planes de salir de Cuba y eso hice», concluyó Taylor.
