Por José Alejandro Rodríguez Zas
El joven jugador de cuadro granmense Miguel Antonio González, de 21 años de edad, fue el octavo pelotero en abandonar al equipo Cuba en la III Copa Mundial de Beisbol Sub23 que se jugó en México a finales de septiembre e inicios de octubre pasados. Justo el primer día de octubre, en horas de la tarde, luego de la victoria de Cuba 9-8 ante Panamá, la cual le dio al conjunto el pase a la discusión de la medalla de bronce, el joven prospecto antillano escapó del hotel donde se hospedaba la selección nacional, bajo las órdenes del ex receptor espirituano Eriel Sánchez.
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Luego de ese suceso, apenas 11 días después, se informó en este propio sitio web que Miguel Antonio ya había cruzado la frontera norte de México en dirección a los Estados Unidos y que ya se encontraba en territorio estadounidense, cuarto del grupo de escapados en hacerlo y se encontraba listo para iniciar su camino hacia el beisbol profesional, tras pasar cinco jornadas detenido por las autoridades migratorias.
En el día de hoy, 18 de noviembre, el periodista Francys Romero publicó en su perfil de Twitter que el joven prospecto cubano firmó contrato ya con la prestigiosa agencia de representación de atletas de David Hastings, misma que representa al joven lanzador villaclareño Pablo Luis Guillén y al prospecto cienfueguero César Prieto, ambos declarados recientemente como Agentes Libres por la Oficina del Comisionado de las Grandes Ligas.
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La agencia de Hastings tiene experiencia previa en el trabajo con peloteros cubanos camino a Las Mayores y su principal precedente en este sentido fue la firma del actual antesalista cienfueguero de los White Sox, Yoan Moncada, quien logró un bono de 31.5 millones con Boston Red Sox a inicios del año 2015.
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Volviendo al joven prospecto granmense, Miguel Antonio González, este cuenta con suficientes herramientas para firmar en el beisbol profesional estadounidense pues es muy versátil a la defensa, juega varias posiciones en el terreno de pelota, además de ser un bateador de buen tacto y que puede desarrollar fuerza al bate ganando en masa muscular.
Con tres Series Nacionales de experiencia en Cuba, dejó un promedio ofensivo de .275, producto de 78 imparables en 284 veces al bate, incluyendo 12 dobles y dos cuadrangulares, con 26 carreras impulsadas y 51 anotadas. En el Mundial Sub23 bateó de 13-5 (.385) antes de escapar del equipo.
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