MLB sigue permitiendo que jugadores de posición lancen: ¿Show o burla?

Adrián Bonilla

MLB

En plena era de la velocidad de pitcheo y de contratos de 500 y 700 millones, la MLB sigue conviviendo con una práctica que parece sacada de una liga amateur.

En plena era de la velocidad de pitcheo y de contratos de 500 y 700 millones, la MLB sigue conviviendo con una práctica que parece sacada de una liga amateur.

En plena era de la velocidad de pitcheo, del análisis avanzado y de contratos de 500 y 700 millones de dolares, la MLB sigue conviviendo con una práctica que parece sacada de una liga amateur: permitir que jugadores de posición (catchers, jardineros, infielders) suban al morrito a lanzar en compromisos definidos por amplio margen.

Lo que antes era una rareza anecdótica, hoy es prácticamente una rutina semanal. Y eso, más que folclore, le está restando seriedad al producto del juego.

El pasado sábado 12 de abril de 2025, Los Angeles Dodgers sufrieron una contundente derrota de 16-0 ante Chicago Cubs en el Dodger Stadium. En medio de este descalabro, el veterano campocorto venezolano Miguel Rojas fue llamado a lanzar en las últimas entradas, una decisión que reavivó el debate sobre la práctica de utilizar jugadores de posición como lanzadores en la MLB.

Una estrategia de desgaste convertida en «show»

Originalmente, los equipos utilizaban jugadores de posición como pitchers en situaciones extremas, cuando un juego estaba completamente decidido, para preservar el bullpen y evitar lesiones innecesarias. Pero en los últimos años, con la expansión del calendario, la especialización extrema del pitcheo y el manejo más conservador de los relevistas, la excusa de “preservar brazos” se ha vuelto moneda corriente… Al punto de que el recurso ya no sorprende a nadie.

Lo que sí sorprende es que la liga permita que esta práctica se convierta en un show vacío y sin sentido, donde bateadores se enfrentan a lanzamientos de 50-60 mph en duelos que carecen de valor competitivo.

¿Qué efecto tiene en el juego?

  • Distorsiona las estadísticas: Jugadores acumulan hits o jonrones ante rivales sin preparación ni intención real de competir.
  • Desvaloriza el cierre de los partidos: Los últimos innings se transforman en un show informal.
  • Afecta la experiencia del fanático: Quien paga una entrada o sintoniza la transmisión busca ver competencia de élite, no una caricatura del juego.
  • Proyecta una imagen de conformismo: ¿Qué dice del deporte cuando se rinde antes del último out?

¿Qué puede hacer la MLB?

La liga ya ha intentado limitar esta práctica. Desde 2023, los jugadores de posición solo pueden lanzar si:

  • El equipo pierde o gana por más de 8 carreras, o
  • El juego llega a extra innings

Pero esa regla es demasiado permisiva. Aquí algunas propuestas que devolverían el profesionalismo al final de los encuentros:

  • Ko técnico por diferencia de carreras: Adoptar una regla de “mercy rule” (como en el Clásico Mundial o ligas infantiles), donde si un equipo lidera por más de X carreras tras cierto inning, se termina el juego.
  • Penalización estadística: Si un equipo utiliza a un jugador de posición como lanzador, ese inning podría no contar para ciertas estadísticas (por ejemplo, ERA del rival, récord del lanzador, etc.).
  • Restricción más estricta: Solo permitirlo en casos de emergencia justificada, y con aprobación médica o técnica previa.

El juego merece más respeto

La MLB ha hecho grandes esfuerzos por modernizarse: relojes de pitcheo, bases más grandes, cronogramas balanceados… ¿Pero va a seguir tolerando que un tercera base lance 20 pitcheos flotados para cerrar un juego?

Es hora de que el béisbol decida si quiere ser entretenimiento o competencia. Porque si sigue permitiendo que los últimos innings se jueguen sin seriedad, lo que se pierde no es solo el marcador, sino el valor simbólico del juego mismo.

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