La historia del vallista español Orlando Ortega es increíble. El nacido en Cuba pasó por momentos de éxitos y luces, pero los últimos años han sido extremadamente complicados.
Es válido recordar que el atleta obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y el sexto lugar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en representación de la Mayor de las Antillas. Sin embargo, en la temporada del 2013 se marchó de su país natal, ante los persistentes problemas con la Federación Cubana de la disciplina.
El arribo a España significó una nueva oportunidad para Orlando Ortega, quien se convirtió en uno de los vallistas más destacados del orbe. La medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, la coronación en la Ligas del Diamante 2016 y 2019, así como la presea de bronce en el Campeonato Mundial de Doha 2019 fueron muestras de su enorme calidad.
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No obstante, las lesiones aparecieron y destruyeron los sueños del deportista. Un padecimiento en los isquiotibiales golpeó al as, quien no pudo asistir a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Lamentablemente, los problemas físicos continuaron y la recuperación tardó más de lo previsto. Pero, hay nuevas noticias y una esperanza asomó en el horizonte. En recientes jornadas conocimos de interesantes declaraciones del protagonista de esta nota. El medio deportivo El Mundo nos reveló los sentimientos que el aludido guarda en su interior.
«Han sido dos años complicados. Ha habido momentos de frustración, de inseguridad, de mucho dolor con las lesiones. Te vienen muchas cosas a la mente, te afecta en tu vida personal. A veces no me apetecía levantarme de la cama. Ahora entiendo que soy un ser humano, no soy un robot y que es normal que te invada la inseguridad y te cree confusión. Ahora sé transformar esos pensamientos en motivación», expresó Ortega.
Orlando Ortega miró al futuro
Un asunto de obligada referencia fueron los próximos Juegos Olímpicos París 2024. El natal de Cuba fue realista y sentenció que su objetivo en la magna contienda es participar, sin mayores pretensiones. El prolongado tiempo alejado de las pistas dejó una profunda huella en su forma deportiva.
«Estar en París ya sería un logro, tengo que ser realista. Siempre he sido muy ambicioso, quiero otra medalla olímpica, pero decirte que voy a ganar sería mentirte. Tengo mucha fe en clasificarme. Y si lo consigo iré a vivirlo, a disfrutarlo, a intentarlo. Las vallas ya sabes como son: hay malas salidas, hay tropiezos y, de repente, puedes tener una oportunidad. Pero el objetivo es estar», dijo Orlando Ortega al sitio El Mundo.
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Finalmente, el estelar de las vallas manifestó que no piensa darse por vencido y ve su retiro como algo lejano. La voluntad que posee el español es gigantesca.
«El atletismo es mi pasión y no me veo aún sentado en casa pensando que ya está, que no voy a competir más. Lo intentaré hasta que el cuerpo me diga que ya no puede más. Llegará un día en que tenga que retirarme, pero no lo veo cerca. Además, ahora he encontrado estabilidad, he organizado mi vida, y pienso que puedo disfrutar de aquí en adelante», comentó el entrevistado.
La historia del Atletismo cubano es rica y plagada de éxitos, pero el nombre de Orlando Ortega forma parte de esos que un día decidieron buscar un nuevo camino y triunfaron mas allá de la isla. ¡Éxitos para él en la venidera cita bajo los cinco aros!
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