Mookie Betts recibió fuerte pelotazo ante Kansas City.
Los Angeles Dodgers derrotaron por la vía de la blanqueada (3×0) a Kansas City Royals y de esa manera se llevaron la serie particular dos victorias por una. Pero todo no fueron buenas noticias, pues uno de sus principales jugadores, Mookie Betts, salió lesionado del partido.
El conjunto californiano contó con un fenomenal trabajo desde el box de su abridor Tayler Glasnow (7-5), quien caminó siete entradas sin permitir carreras.
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Los relevistas Daniel Hudson y Evan Phillips completaron la lechada, mientras Shohei Ohtani y Freddie Freeman, a golpe de jonrones, fabricaban las carreras necesarias para llevarse el triunfo.
Pero en la séptima entrada ocurrió un hecho lamentable. Ya con el marcador en 3×0, hombre en primera y dos outs, el relevista de Kansas City, Dan Altavilla, intentó cerrar a Mookie Betts que estaba en conteo de dos strikes y una bola.
Fuerte pelotazo sacó de juego a Mookie Betts
Altavilla trabajó por dentro a Mookie todo el tiempo, siempre con envíos de más de 90 MPH. Pero el último de ellos, una recta de 98 millas, fue demasiado pegada e imposible de esquivar por el torpedero de Dodgers.
La pelota golpeó a Mookie Betts en el dorso de la mano izquierda y éste cayó al suelo de inmediato con claras señales de intenso dolor.
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Rápidamente Betts se sometió a radiografías cuyos resultados arrojaron una fractura en la mano golpeada que el manager Roberts se encargó de anunciar a los medios.
Las opciones para cubrir la posición de torpedero podrían pasar por Miguel Rojas o Kiké Hernández. El primero un natural de la posición y el segundo un utility de excelentes prestaciones. Claro, ninguno alcanza la calidad de bateador que posee Mookie Betts.
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