Beisbol Cubano: SE VIVIÓ momento EMOTIVO en Final de Liga Élite

El pitcher pinareño Erly Casanova protagonizó un capítulo que jamás se olvidará en la historia del beisbol cubano.

El lanzador Erly Casanova fue el centro de atención, debido a un capítulo que quedó tatuado en el alma de todo aquel que presenció lo ocurrido. Las acciones que trascendieron se tornaron extremadamente sentimentales.

Recordemos que el diestro pinareño sufrió la pérdida de su esposa el pasado 7 de enero. La afición beisbolera del país quedó consternada ante este duro golpe. Un tumor maligno arrancó de un cuajo la vida de la joven, dejando también a unos pequeños sin su madre.

Erly Casanova había lanzado en la etapa clasificatoria con el conjunto de Artemisa, demostrando su calidad. El pitcher acumuló cinco aperturas en la II Liga Élite del Beisbol Cubano, logrando sumar tres victorias y dos derrotas, con un promedio de carreras limpias de 1.25. De esta manera, logró su decisión positiva número 100 en los clásicos domésticos, ya que poseía 97 antes de esta competición.

Las estadísticas del sabermétrico santiaguero Yasser Vázquez nos mostraron el excelente trabajo de Erly en la presente lid, pues firmó un WHIP de 1.08, con 22 ponches propinados y apenas 10 boletos otorgados.

El dolor de la desgracia creó una ola de comentarios de apoyo al serpentinero. Pero, el deportista tenía otra lección para darnos.

Histórico momento en el beisbol cubano

La final del evento entre Matanzas y Artemisa marcó dos victorias para los primeros por una de sus rivales hasta que llegó la jornada del 20 de enero. Erly Casanova apareció en el box como abridor de los Cazadores. ¡Sencillamente algo para admirar! Más de una lágrima se hizo presente entre quienes visualizaron esos instantes.

Antes de lanzar no podía faltar el homenaje y el gesto destinado a la memoria de su esposa. El pitcher unió sus manos formando un corazón con sus dedos y apuntó al cielo. El público presente en el estadio 26 de julio mostró una empatía total con el momento que transcurrió y todos se pusieron de pie. Los aplausos retumbaron en el recinto, adueñándose de los minutos. Los hechos que se vivieron merecen nunca perecer en el olvido. Erly Casanova no se lo merece.

El juego dio inicio. Muchos pensaban que la sola presencia de Casanova en la lomita ya era un hecho admirable, pero dudaban de su forma atlética. La vida se encargó de brindar un poco de luz ante tanta oscuridad. Los innings comenzaron a pasar y el guerrero continuaba trabajando. A cada rato, una mirada al cielo sellaba el pacto inmortal con su reciente pérdida.

Erly Casanova logró trascender más allá de los límites humanos. No importa a que equipo apoyemos, no importa quien sea el pelotero de nuestra preferencia, lo construido por el pinareño el sábado 20 de enero se antoja como algo digno de veneración.

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