«VENDIMOS juegos y nos sancionaron», CONFESÓ estelar expelotero de La Habana

Por Migue Guerra

Diversos temas realmente interesantes fueron debatidos con el jugador habanero que siempre complementó sus palabras con un genial sentido del humor.

Sin embargo, tanto en el beisbol como en la vida existen capítulos oscuros que por lo general no son muy conocidos. 

Eduardo Cajuso brilló como fildeador de cuadro a mediados de los años setenta y llegó a ser reconocido como uno de los mejores torpederos de la época en Cuba.

Tristemente, incurrió en un lamentable hecho que marcó en gran medida su corta carrera por los torneos nacionales, evento que él mismo categoriza como un error.

¿Qué error cometieron?

«Cometimos un error de coger dinero y ahí fue donde nos suspendieron indefinidamente del beisbol», confesó Cajuso con visible pena.

«Ahí caímos muchos peloteros y después en el año 81 volvieron a caer otros».

«Yo a eso le llamo “majá”, coger dinero y venderse, no me gusta decir esa palabra porque es vergonzosa, nos vendíamos y jugábamos equivocados».

«Nos castigaron por eso y hasta ahí yo llegué, me retiraron con 21 años».

¿Cómo se juega «majá»?

«Colocación mala, cuando vayas al bate tienes que fallar en el momento adecuado».

«El problema del “majá” en Cuba es que se da a carrera, el equipo contrario te da carreras entonces tienes que perder por esas carreras».

«Si se dio la oportunidad y ganó el otro equipo cobras tu dinero sino no lo cobras».

¿De cuánto dinero estamos hablando?

«Eso variaba, mientras más alto era el nivel de la competición más te pagaban, yo llegué a coger 1500 a 2000 pesos por juego».

Aunque en estos tiempos eso valores se consideran bajos para el nivel de ingreso básico en Cuba, cabe destacar que para los años setenta eran cifras altas.

¿Solo eran los Industriales los que jugaban «majá»?

«Cuando caímos en el proceso de investigación no hubo ningún pelotero fuera de la Habana. Los 39 que caímos presos eran de Industriales».

«En el otro momento que han oído hablar fue en el 81 y todos eran de Industriales también».

¿Estuviste preso?

«Estuve preso dos años bajo una investigación porque cuando empezaron a “caer” los peloteros nos iban cogiendo poco a poco, entonces la causa no se podía cerrar».

«Hasta que el señor “barbudo” dijo: “para esto que se acaba la pelota en Cuba”, porque ellos seguían investigando».

«En el caso los que más “echaban para adelante” eran los corredores, los presionaban y también le daban sus “galletas bobas”».

«Yo fui el cuarto jugador que cogieron, el teniente Scull me sentó en un buró y me dijo: “¿y tú qué?”».

«Le dije que no tenía nada que ver con eso y el respondió: “ah entonces tú estás aquí por vender globos”».

«Mucha gente se “echó para adelante” sin querer porque no estábamos preparados psicológicamente, éramos deportistas no delincuentes».

«Delincuentes nos volvimos cuando hicimos eso».

Cabe agregar, que Eduardo Cajuso emigró de Cuba por el puerto del Mariel en 1980 convirtiéndose en uno los primeros jugadores de Serie Nacional en ser contratado en Estados Unidos.

Jugó con la organización de los Tigres de Detroit en la clase A con el equipo Lakeland, aunque apenas vió acción en 23 encuentros donde solo conectó 11 imparables en 61 veces al bate, con promedio de .180.

A la defensa, registró un promedio de .908 con una alta cifra de errores (7).

Debido a la postura que siempre mantuvo el gobierno antillano con los jugadores que abandonaban la isla, Eduardo Cajuso se sumó a la lista de «jugadores olvidados».

¿Qué opina usted sobre las declaraciones de Eduardo Cajuso? Puede escribir sus ideas en la caja de comentarios.

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