SE CALENTÓ EL PLAY: Yunesky Maya PROTESTÓ y se vaciaron bancas en Liga Mexicana

En la noche de este jueves se enfrentan los Diablos Rojos ante los Algodoneros de Unión Laguna en el Estadio Alfredo Harp Helú de la Ciudad de México. Esto para definir el compromiso particular entre ambos conjuntos que marcha igualado en la continuación de la Liga Mexicana de Beisbol.

El duelo de pitcheo fue pactado entre el cubano Yunesky Maya por los locales Diablos Rojos y Luis Gámez por los Algodoneros, el cual llegó a la parte alta del tercer capítulo con ventaja de 3×2 a favor de los de casa. Sin embargo, los de Unión Laguna colocaron a un corredor en base luego de dos outs y JJ Muno consumía su turno ofensivo.

En cuenta de dos strikes sin bolas, el cubano Maya realizó un envío hacia el home en zona interior y a una velocidad de 85 mph, el cual impactó en el codo del bateador. El árbitro principal marcó el pelotazo de forma inmediata pero el veterano lanzador antillano reclamó que Nuno había metido su codo voluntariamente para recibir el golpe y llegar a la inicial.

El reclamo del cubano no fue bien recibido por Nuno quien intercambió palabras con Maya cuando caminaba hacia la primera base, calentándose rápidamente el ambiente en el estadio. Acto seguido, todo el equipo de los Diablos Rojos salió del dogout en dirección a la inicial para reclamarle a Nuno, en tanto los jugadores de Algodoneros se dirigieron en masa hacia el box para encarar a Maya.

En cuestión de segundos se vaciaron las bancas y todos los jugadores de ambos equipos se encontraron en medio del diamante. Intercambiaron miradas y hubo algún que otro empujón pero nada que lamentar. La situación no paso a mayores y pudo ser controlada rápidamente.

Luego de regresar la calma al choque, Maya perdió totalmente la concentración y recibió doblete impulsor de Arel Campoy que empató el juego y sencillo de Allen Córdoba que trajo dos, completando un rally de cuatro que lo sacó del box. En resumen, Maya trabajó 3.2 entradas con cinco carreras limpias permitidas, seis imparables, dos boletos y un ponche. Su promedio de limpias subió a 3.56 y no cargará con la derrota pues en el cierre del propio inning, su equipo marcó seis anotaciones y recuperó el comando del choque 9×5.

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