Por Yasel Porto
Varios expeloteros santiagueros quedaron en el cariño de muchos cubanos, más allá de su propia provincia, por una serie de factores en los que no cabe dudas que los méritos deportivos están a la cabeza de ese grupo.
Ya retirado del juego activo desde hace un tiempo, «Tato» o «El Cañón del Caney» como indistintamente le dicen, está enfocado ahora en otra dirección en la que trabaja fuertemente casi todos los días en Miami. Y parece que el esfuerzo dará excelentes resultados en un futuro no muy lejano.
El tema es que el estelar exjardinero de las Avispas y la selección nacional ha tenido un descendiente con un gran talento, y junto a la labor que él hace como entrenador los videos que han salido a la luz son impresionantes.
En un post bastante reciente Alexei compartió sus valoraciones del desempeño de su hijo en el primer año del high school con el Soutwest Miami Eagles. «Buen trabajo en su primer año. Con 15 años ya tiene que enfrentarse a lanzadores de 18. También fue seleccionado para el Juego de las Estrellas de Freshman en el Condado Miami Dade. Dios mediante para que todo salga bien», concluyó.
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En instagram es donde «Tato» publica más sobre lo relacionado con el desarrollo deportivo de su hijo, especialmente los videos en los que se puede apreciar su crecimiento en todos los sentidos.
El hombre que en 2008 rompió los récords en jonrones e impulsadas para una temporada en Cuba (31 y 11 respectivamente), se ocupa del entrenamiento ofensivo buena parte del tiempo, el cual por lo general lleva a cabo en uno de los terrenos del inmenso complejo Tamiami Park.
Por cierto, que en la referida campaña en la que Bell lideró la actuación aplastante de la «Aplanadora» de Antonio Pacheco, sus registros lo ubican entre los bateadores con mejor rendimiento en la historia de las Series Nacionales.
Pero volviendo al muchacho, éste utiliza el mismo número de su progenitor (88), y según otros escritos de Alexei posee condiciones superiores a él para conseguir todos los objetivos que se proponga.
Lógicamente que Albert es nacido en Santiago de Cuba (Alexei emigró a Estados Unidos después del Clásico Mundial de 2013), y fue nombrado así en honor a Albert Belle, uno de los grandes jonroneros de las Grandes Ligas durante la década del noventa. Fue el cuarto bate en el histórico tope entre Cuba y los Orioles, luego de haber brillado en los Indios de Cleveland y los Bravos de Atlanta.
A pesar de su pequeña estatura, Bell demostró ser un jugador con índices elevados en las cinco herramientas clásicas del béisbol. Solo la decisión de emigrar con más de 30 años lo privó de llegar más lejos en el béisbol norteamericano, pues solo estuvo en 2016 dentro de la clase rookie y AA de los Rangers de Texas. Un año antes había actuado con los Capitales de Québec en la Liga CanAm.
Entre los descendientes de peloteros estelares cubanos que también pujan por triunfar en el béisbol profesional de Estados Unidos está Yohandy Morales, hijo del conocido infielder de los equipos de La Habana Andy Morales. En su caso ya está a punto de firmar un contrato a través de la regla del draft amateur.
